El Girona aplasta al Xerez en un gran segundo acto

El mejor Girona ha vuelto. Con el trabajo más que hecho, sin más presión que derrotar al adversario de turno y espoleado por el buen sabor de boca con el que abandonó Balaídos, el conjunto que prepara Raül Agné cuajó la mejor segunda parte que este cronista le recuerda para doblegar a un Xerez que se puso hasta dos veces por delante.

Se levantó del tempranero gol de Pablo Redondo con un zurriagazo de Dorca desde la frontal, se repuso al segundo -también de Pablo Redondo- con una jugada de estrategia, y a partir de ahí tiranizó al rival con un juego vertical, tan eléctrico como machacón; tan plástico como efectivo. En la primera mitad no parecía que el partido fuera a dar para tanto. El Xerez bajó el poco volumen que ya tenía la grada marcando a los 3 minutos. Gran control de Bermejo, tirazo al palo de José Mari y Pablo Redondo, en plan cazador, sólo tuvo que empujar el balón. Le costó al Girona encontrarse el pulso y lo hizo a balón parado. Precisamente, tras un córner, Dorca voleó con el alma para igualar la contienda. Cinco minutos duró la alegría local. Oscar Díaz se buscó un espacio en el área para asistir con comodidad a Pablo Redondo, nuevamente solo en el segundo palo. El mérito del Xerez fue ser efectivo.

Todo eso desapareció en la segunda parte. Chechu se creaba el espacio en la banda derecha y Tébar lo veía todo en perspectiva desde el pivote. Con Jandro en el terreno de juego -entró por Angel-, el Girona intimidó más y empezó a apretar en bloque. Cuando no era un extremo era un jugador del trivote y si no había suficiente, ahí estaba Despotovic para ofrecerse. Y el Xerez fue perdiendo solidez. El empate -Despotovic de cabeza- no alteró las cosas.

El Girona quería más y quedaba tiempo. Tébar imprimía velocidad con pases profundos que Dorca y Chechu convertían en situaciones de peligro. Pero el 3-2 es algo a parte. Chechu, casi fundido, llevó el balón en conducción hasta la frontal se lo acomodó a la izquierda -la pierna mala- y superó a Chema desde fuera del área. Despotovic, a pase de Tébar, batió luego a Chema. Era el 4-2.

Pochettino y planes: espías

En el palco de Montilivi, había dos ojeadores de excepción. Mauricio Pochettino y Ramon Planes, entrenador y director deportivo del Espanyol, siguieron las evoluciones de Girona y Xerez. El pasado año, Ernesto Galán estuvo cedido en el club rojiblanco y Ángel Martínez es aún propiedad periquita.