El Albacete desciende tras caer ante el Numancia

El Albacete Balompié descendió matemáticamente a Segunda B veintiún años después tras perder,1-2, ante un Numancia que respira algo más tras conseguir tres puntos que le acercan a su objetivo de permanecer en la Liga Adelante.

Un once plagado de canteranos exprimió en el inicio a un necesitado cuadro soriano. Cuatro futbolistas del Albacete B más los exjugadores del filial, Alfredo y Núñez, fueron titulares en el equipo dirigido por Mario Simón, en una declaración de intenciones del entrenador albaceteño.

La llamarada de ilusión que había prendido en la afición local se fue apagando en cuanto los sorianos reaccionaron, estiraron sus líneas y, a través del rápido Cedric, protagonizaron varias acciones ofensivas que murieron en varios saques de esquina.

Era cuestión de minutos que el Albacete encajase el primer tanto y, en el 27, llegó el primero obra de Del Pino, quien remató un rechace del portero local, el costarricense Keylor Navas. El gol anestesió el resto de una primera mitad en la que se comprobó que el Numancia pudo lograr algo más y que el conjunto local era incapaz de traspasar la retaguardia del cuadro de Juan Carlos Unzué.

En la reanudación, Cedric siguió incordiando con su velocidad a los zagueros locales mientras que el Albacete trataba de tocar y buscar a Tato, el único futbolista local que desbordaba. El Albacete llegó gracias a las faltas que provocaba Tato, por lo que el balón parado se convertió en el mayor peligro de los anfitriones.

Barkero en el minuto sesenta y cinco lanzó una falta magistral en la que Keylor tuvo que ''volar'' para evitar un segundo tanto que casi firma Del Pino, en la siguiente jugada. No fueron los mejores momentos de un deprimido Albacete que paradójicamente, igualó la contienda gracias a un arranque de amor propio del canterano Perico, cuya jugada la culminó Tato (m.74).

Cuando parecía más cerca el segundo tanto del Albacete, Gonzalo marcó en propia puerta tras un centro envenenado de Sunny y derrumbó las ilusiones de la hinchada local, a once minutos del final.