Pachanga sin tensión ni conclusiones decentes

No aprovecharon los suplentes del Real Murcia su oportunidad. Vale que no había nada en juego, se acepta que el rival tampoco daba para mucho e incluso se admite también que Iñaki Alonso ha aprovechado los últimos días para meter carga de trabajo al equipo y que éste pueda llegar algo cansado, pero con todo y con eso al Real Murcia no se le puede permitir sacar el partido a última hora por mucha pachanga que sea. Fue un partido soso, aburrido, sin ocasiones brillantes salvo las lanzadas desde la banda por Marín, Góngora y las arrancadas de Isaac. Quizá algún detalle individual de Molino... pero es que incluso eso fue en perjuicio de un Murcia en el que los menos habituales, llámense Aquino, Rosquete o el propio Molino, se empecinaron tanto en demostrar su fútbol que incluso a veces llegaron a pecar de individualismo (sobre todo el canario y el autor del 1-0).

La defensa del Jumilla daba facilidades, estaba por la labor, pero el Murcia no encontraba el punto. Un buen centro de Isaac lo acabó rematando Molino para pensar que la tarde, calurosa y con poca gente para tratarse de homenaje (eso sí, de agradecer a los que hacen el esfuerzo), acabaría en goleada. Pero el juego no decía eso y el Jumilla se encontró con un penalti (quizá la falta de Góngora fue fuera del área) que puso algo de emoción al partido. La otra vía de escape, medir al canterano Eddy, acertado en el pase, quizá algo lento, y sobre todo muy expeditivo al punto de jugarse la segunda amarilla en varias ocasiones. Pero ni con esas llegaba el tanto.

Cambios de urgencia.

Iñaki Alonso tiró del plan B metiendo en el campo a Chando, Óscar y Abraham (el partido había que ganarlo y el otro juvenil, Gregorio, se quedó con las ganas...) buscando la reacción y el 2-1. Y éste llegó, aunque de rebote, tras un gran disparo de Abraham que repelió Pepelu y que Chando acabó cazando de cabeza como buen 9 que se le presupone que es. Al final queda el resultado, el 2-1, la dignidad de un ilusionado Jumilla, y la sensación de que los suplentes del Murcia (cierto que estos partidos son más marrón que premio) no aprovecharon la tesitura.

El presidente del Jumilla intentó chantajear al Murcia... y dimitió

Aunque no trascendió hasta ayer por la mañana (así lo relató La Opinión), el Jumilla trató durante la semana de chantajear al Real Murcia amenazándole de no presentarse al partido si no corrían con una serie de gastos (autocar). La maniobra, dirigida por el presidente vinícola Diego Aroca, le salió mal al encontrarse con la negativa rotunda del club grana, del canal autonómico, de la Federación Murciana y de una plantilla del Jumilla que se mantuvo al tanto en todo momento y que tenía marcado este partido como una especie de premio. Tal fue el chasco y el rechazo de todas las partes que el propio Diego Aroca presentó su dimisión en la mañana de ayer. Fran Díaz, preparador físico y entrenador en funciones, aseguró que "me enteré por la prensa, nosotros queríamos jugar. El presidente no nos ha dicho nada aún".