Liga BBVA | Atlético de Madrid 0 - Málaga 3
El Málaga se cuela de Rondón
El venezolano lideró el triunfo. Baptista hizo el 0-2 también de cabeza. Maresca marcó el 0-3. Los de Pellegrini fueron mejores en todas las líneas. El Atleti, de vacaciones.
El Atlético se jugaba la Europa League y el Málaga, la permanencia. Pues pareció al revés. Los de Pellegrini fueron mejores que el Atlético, especialmente superiores en la primera parte cuando fraguaron su justa victoria y los de Quique, con el técnico a la cabeza, se tomaron la tarde de vacaciones.
Cuando te juegas el futuro de tu empresa no te puedes ir suelto, como los toros blandos que se salen sueltos de los caballos en cuanto sienten el hierro del picador. En cuanto el Atlético se vio inferior al Málaga dimitió del partido, salvo arreones estériles sin orden ni concierto en la segunda parte. Y sólo tuvo dos ocasiones clara con una falta de Forlán y un cabezazo de Costa al final que paró Willy. Así no se puede jugar. Ni ganar.
Inferior. El Málaga empezó defendiéndose bien ante un anodino Atlético. Mario Suárez y Raúl García no creaban fútbol, jugaban en paralelo, ninguno se escalonaba y Apoño y Camacho les comieron la tostada en la zona de creación y destrucción del juego.
Reyes estaba desaparecido, al Kun no le llegaban balones, Elías se iba hacia el centro, su posición natural, y tuvo la única casi ocasión colchonera en la primera mitad en un desmarque de ruptura en diagonal, pero se resbaló en el área pequeña. El Málaga se empezó a estirar después de un cuarto de hora estudiando el percal. Y se vio un equipo bien trabajado por Manuel Pellegrini, un 4-4-2 de manual, con gran versatilidad en los movimientos, un once con calidad en todas sus líneas, con dos killers arriba como Rondón y Baptista, dos bandas buenos como Seba Fernández y Duda (¡cómo la pega el portugués a pelota parada!) y laterales que se desdoblan siempre con criterio y peligro como Jesús Gámez y Eliseu, y dos centrales recios, sobrios y pétreos como Demichelis y Kris. Viendo jugar al Málaga extrañaba que esté jugándose no bajar y parecía que era el que estaba en puestos UEFA.
Rondón ya había avisado a Perea y a Godín y enchufó el primero del Málaga de cabeza tras centro desde la derecha de Gámez. Luego fue Baptista el que cabeceó otro centro desde la derecha, esta vez de Seba Fernández, para batir de otro soberbio cabezazo a De Gea.
El Málaga se fue al descanso con una ventaja merecida porque había sido mejor que un Atlético que parecía de vacaciones. Necesitaba ganar y buscó la victoria. En la segunda mitad se cumplió el guión que se esperaba y el Málaga, defendiendo siempre muy bien ante un romo Atlético, se agazapó, pero sin encerrarse a la espera de cerrar el marcador al contragolpe. Rondón y la Bestia Baptista amenazaban siempre que les llegaba el balón y el Kun estaba desesperado como un náufrago de Forges en su islote desierto.
Quique cambió a Koke por Elías, manteniéndose erre que erre en no colocar a ninguno de los dos en su demarcación que es en el centro no en la banda. Con el cambio obligado de Domínguez por Perea, lesionado, Juanfran o Forlán debían quedarse fuera. Le tocó al extremo a quien el entrenador está maltratando sin motivo aparente, porque Juanfran es un hombre Selección y está que se sale. Con tres delanteros en el campo (Kun, Forlán y Costa) queda muy bonito buscar la remontada. Sonó a mensaje para la galería. Y Maresca hizo el 0-3. A la contra, claro.