Liga BBVA | Valencia 3 - Real Sociedad 0
Soldado cierra las heridas
Dos nuevos goles del ariete ché. Fenomenal primera parte de los de Emery. Jonas marcó y Mata volvió a brillar. Reconciliación del equipo con la grada.
El Valencia volvió ayer por sus fueros. Ganó, convenció, divirtió y se acercó a su objetivo de acabar tercero. Pero ¿Son sus fueros éstos? Pues entonces el tercer puesto está asegurado y la renovación de Emery (el otro gran tema de fondo) sería una obligación. Pero viniendo de dónde venimos, no conviene aventurarse pues no se sabe bien cuál es el auténtico Valencia, el que ayer completa una primera mitad magistral o el que no dispara a puerta en Pamplona. Ése es otro debate y, si nos ceñimos a lo visto en Mestalla, cabe afirmar que los blanquinegros cosieron todas sus heridas, se reconciliaron con la grada, fueron letales arriba, fuertes en el centro, incisivos por los costados y seguros atrás. Con esas señas de identidad, nadie le discutiría nada a Unai, a sus hombres y a sus ideas, pero si ante Osasuna nos recordaron para justificar la derrota que hay un rival delante, cabe hacerlo ahora también y, lo cierto, es que la Real Sociedad no opuso resistencia. Fue el invitado perfecto para la tarde de resurrección ché y se complica la vida en su pelea por salvarse.
Todas las apuestas del técnico valencianista le salieron según su previsión. Albelda fue el líder que toda medular y todo grupo humano necesita. El capitán (sin brazalete) se echó el equipo a las espaldas, se zampó a los guerrilleros realistas y hasta mostró más lucidez que nadie para encontrar la autopista hacia Mata en la jugada del primer gol. Si alguien dudaba, Albelda volvió a demostrar que merece estar ya renovado y así lo pareció pedir su afición tributándole una merecida ovación. Una más a un grande.
También funcionó el frente de ataque por el que se apostó ayer. La continuidad de Joaquín y Jonas le vino de perlas a Mata, al que en tardes así da gusto verle. Entre los tres desarbolaron el bosque de piernas que pretendía plantar la Real y sus permutas volvieron locos a unos zagueros que no sabían si seguirles, aguantar en una zona sin nadie o se veían sorprendidos por las incorporaciones de los laterales locales, que se merecen un capítulo aparte.
Unai afirma que la diferencia en el fútbol actual la marcan los laterales y, a tenor de lo visto ayer, su teoría está justificada. Dos de los tres tantos chés llegaron a servicio de estos defensores tan ofensivos. Primero Miguel se la puso a Jonas y, luego, Mathieu se la envió a la cabeza a Soldado. Antes había llegado una pequeña obra de arte colectiva, de buen fútbol puro. Rápida combinación entre Jonas, Albelda y Mata que finaliza Soldado en un 1-0 balsámico que calmó cualquier ánimo encrespado en Mestalla.
A partir de ahí fue coser y cantar para un Valencia que no encontraba oposición en la Real. Sólo una doble ocasión en la que entre el palo y Dealbert en la línea evitaron el momentáneo empate donostiarra pudo alterar lo visto, pero sólo fue un espejismo sin continuidad. Del equipo realista que doblegó al Barça la semana pasada no había más que el recuerdo.
Baja el pistón.
Con 3-0 al descanso tocaba replantearse el partido. Tan mal lo veía que Lasarte optó por reajustar su defensa para cerrar el grifo de ocasiones locales. Lo logró, aunque arriba sólo aparecieron de manera esporádica, más por la bajada de tensión del Valencia y el nerviosismo de Guaita que por elaboración. Griezmann dejó chispazos, muy pocos, pero Xavi Prieto o Tamudo ni aparecieron por los dominios de un Ricardo Costa que volvió a jugar megaconcentrado y, cuando está así, hay que hacer mucho para irse de él.
Por su parte, Emery refrescó el buen planteamiento pero Pablo, Aduriz y Topal no ofrecieron las prestaciones de los titulares. Las cabalgadas de Mathieu volvieron a crear peligro y los blanquinegros pudieron ampliar su renta pero no hicieron sangre. Se conformaron con cerrar todas sus heridas.
El detalle. 11 goles en tres partidos
La afición del Valencia no se puede quejar de falta de goles en esta recta final. En los tres últimos partidos los chés han marcado en Mestalla hasta 11 dianas: cinco al Villarreal y tres al Real Madrid y ayer a la Real Sociedad. Esto es algo que no sucedía desde la temporada 05-06.