El Barça ya entona el alirón

Un solo punto separa al Barcelona del título de Liga tras imponerse por dos goles a cero al Espanyol en el derbi catalán disputado este domingo en el Camp Nou. Los visitantes comenzaron el partido rayando a un nivel excelente que fue descendiendo a medida que los de Guardiola iban entrando en el encuentro. El triunfo da al conjunto culé la posibilidad de alzarse con el título el próximo miércoles en el Ciudad de Valencia ante el Levante. La cruz del partido fue para los pericos, que quedan descolgados a cuatro puntos de la lucha por puestos europeos cuando solo restan nueve por disputarse. Guardiola no dio descanso a ninguno de los habituales y Pochettino sentó a Luis García para dotar de músculo y fuerza a un centro del campo obligado a presionar, robar y tener la pelota. Iniesta marcó el primero a la media hora y Piqué cerró el marcador tras la reanudación.

El partido comenzó con un Espanyol sorprendente que salió de forma decidida a por el partido. El conjunto blanquiazul intimidó a su rival con un juego rápido y ordenado que tenía como objetivo visitar el área de Valdés para inquietar al Barcelona, no dejarle pensar y evitar que pudiera hacer su preciosista y habitual fútbol de toque. El esfuerzo perico logró complicar la salida de la pelota de los locales durante el primer cuarto de hora de partido, justo hasta que Xavi e Iniesta lograron liberarse y la máquina blaugrana comenzó a carburar con el balón en sus pies. A medida que aumentaba el empuje de los de Guardiola, el Espanyol se vio obligado a retrasar sus líneas.

El Espanyol acabó embotellado en su área y su presencia en ataque quedó reducida a algunas entradas por las bandas cosechadas a base de presión. El Barcelona, aunque más lento de lo habitual, llegó a poner en apuros a Kameni con disparos de media y larga distancia que el camerunés supo resolver. Un error cometido por la zaga blanquiazul desequilibró el derbi justo antes de la media hora. Iniesta recogió un balón en el vértice del área y, tras una magnífica acción marca de la casa, mandó el balón a la red con un derechazo que acabó significando el primer gol de la tarde, con dedicatoria incluida a su hija Valeria, nacida el pasado mes de abril.

El Barcelona, con el dominio absoluto del balón, logró abrir el campo y comenzó a tocar a placer ante un Espanyol que seguía exprimiéndose al máximo en su misión de acercarse a Valdés en busca del empate. A diez minutos del final, Villa mandó al limbo una inmejorable ocasión ante la sorpresa de todos los presentes cuando se encontraba solo ante Kameni y ya se cantaba el segundo tanto local. Los de Guardiola llegaron al descanso como querían, por delante en el marcador y con el dominio del balón en un partido en el que el Espanyol fue claramente de más a menos.

Tan sólo dos minutos tardó el Barcelona en asestar el segundo y definitivo golpe a su rival tras el intermedio. Un saque de esquina, tras un disparo de Pedro, sirvió a Piqué para anotar el segundo tanto de la tarde incorporándose por sorpresa al ataque y adelantándose a toda la defensa perica. Los problemas que fueron apagando al Espanyol se acrecentaron tras el gol y Osvaldo se convirtió en un islote en la zona ofensiva visitante. La cómoda ventaja azulgrana permitió al Camp Nou disfrutar de una placentera segunda mitad a ritmo del "campeones, campeones" hasta el pitido final de Fernández Borbalán, que deja al Barcelona a un solo punto de proclamarse campeón de Liga. Los de Guardiola tienen a tiro el alirón y lo podrían cantar, como sucedió hace seis años, en el Ciudad de Valencia ante el Levante la próxima jornada.