Europa y vacaciones

Unos, los del Athletic, se morderán las uñas, mirarán con ansia al marcador para ver el tiempo que resta, vivirán pendientes del gol...Tienen necesidad. Otros, los del Levante, no tendrán ni uñeros ni padrastros; jugarán para demostrar que la Liga se les ha quedado corta; disfrutarán del escenario. Y es que jugar sin presión es lo que más quiere el que ha vivido amenazado de derribo.

Así nace el Athletic-Levante de esta tarde, un partido en el que los locales necesitan sumar para volver a mirar a la Liga Europa desde la zona cabecera. Todo lo contrario que su rival, un Levante que llega con los deberes hechos (sólo le falta el adorno de matemático para confirmar la salvación) y dispuesto a confirmar que es uno de los mejores equipos de la segunda vuelta. En los últimos treces partidos sólo el Atlético ha sido capaz de hacerle doblar la rodilla.

La resistencia.

Con el Levante casi de vacaciones, el Athletic querrá meter ritmo para que los que tiene enfrente pasen de pegarse una paliza sin demasiado sentido. Todo dependerá de la resistencia que opongan. Y no hay que dudar que ésta será de campeonato.

El pasado fin de semana acusaron a Levante y Sporting de sumar el puntito que perseguían en un partido sin miedo para los porteros. Las críticas habrán escocido a la plantilla valencianista, que seguro quiere desquitarse poniendo patas arriba San Mamés. Ese punto ganado es el mismo por el que habría suspirado el Athletic en Cornellà, pero al volver de vacío no le queda otra que hacer una tacada. "Nos quedan finales", dijo Javi Martínez. Y en las finales hay que ganar.

Ramírez ya pitó en la 2004-05

Ramírez Domínguez no es un árbitro con buenos números para el Athletic, sólo 10 victorias en 30 partidos arbitrados por el andaluz. Sin embargo, el único Athletic-Levante que ha dirigido en su carrera acabó con triunfo rojiblanco. Fue en la temporada 2004-05 y los entrenados por Valverde ganaron 3-1.