Numancia y Valladolid empatan en un duelo loco

El Numancia y el Valladolid sellaron un empate en un duelo autonómico que se volvió loco en la segunda mitad, en la que el equipo local estuvo más cerca de la victoria pero no supo aguantar la última ventaja y se encontró al final con un gol anulado por fuera de juego.

Se enfrentaban dos equipos con trayectorias inversas -uno, el Numancia, en busca de una victoria que le evite seguir mirando de reojo al descenso; y otro, el Valladolid, con el objetivo de sumar para auparse más a la promoción- y el respeto mutuo fue la tónica de los primeros compases del partido.

Fueron minutos de mucho posicionamiento, donde los equipos buscaron más no perder su posición, que irse descaradamente a por los puntos.

En esta lucha, el Valladolid, por medio de su lateral Peña, en una volea a las manos de Lafuente (min. 5), fue el primero en avisar de sus propósitos, una ocasión replicada (min. 11) por un pase al hueco de Cedric sobre Del Pino, que éste se dejo atrás cuando pisaba ya el área grande y encaraba sin oposición al guardameta pucelano.

Un pase al hueco de Sisi a Javi Guerra, en el que el central Jaio se cruzó a tiempo; y un remate de cabeza de Jordi, demasiado sólo al saque de un córner, fueron otras dos ocasiones visitantes, antes de un ramillete de locales más claras.

El Numancia, en el ecuador de esta primera mitad, tuvo en las botas de Ibrahima ponerse con ventaja en el marcador, pero el delantero que la próxima campaña jugará en el Atlético Osasuna remató flojo, en la primera ocasión, y no tuvo tiempo para picar lo suficiente a la salida de Javi Jiménez, en un pase interior de Sunny.

El partido, que había sido de mucho control táctico en la primera mitad, se volvió absolutamente loco en la reanudación -como en el partido de ida en el Nuevo Zorrilla- cuando el Valladolid cobró su primera ventaja (minuto 53) en un remate perfecto de cabeza de Óscar, que fue contrarrestado pronto por Del Pino, que ganó la espalda a los centrales pucelanos.

Dos errores de los dos porteros, en sendos saques de esquina, permitió sumar el segundo a Culebras, en propia puerta, y a Ibrahima, con el costado, y soltarse ambos equipos definitivamente los nervios y las tácticas.

Una internada con vocación de gol de Cedric fue cortada por el colegiado y, cuando todavía no habían amainado las protestas locales, llegó el golazo de Ibrahima, desde la frontal, que ponía en ventaja a los numantinos.

La alegría apenas duró cuatro minutos, pues el árbitro señaló penalti por lo que parecían una mano del central Culebras, que Nauzet se encargó de materializar desde el punto de penalti.

Faltaba un cuarto de hora pero el partido no cesó en su locura. El propio Culebras salvó el posible cuarto de Sisi, y acto seguido, su compañero Flaño hizo lo propio en remate de Javi Guerra.