"El Valencia es un grande e ir a la Liga, mi sueño"

Kevin Gameiro tiene cara de pillo. De travieso. Lo que es jugando al fútbol. El delantero del Lorient, objetivo del Valencia para reforzar el equipo la próxima temporada, atiende a AS (como primer medio español con el que habla) en el estadio de Moustoir, al que sale con un balón cogido de la mano y del que se marcha el último tras estar 15 minutos disparando a portería. El Lorient acepta la petición de AS de realizar una entrevista a su jugador estrella. Lo hace sabiendo su rol de club vendedor en el mundo del fútbol (Gignac es un ejemplo), aunque dejando previamente clara la consigna al delantero y sobre todo avisando que sobre su futuro pocas preguntas y ninguna comprometida.

"¿Entiendes el español?". "Un poquito, un poquito, lo estoy aprendiendo". Toda una declaración de intenciones de Gameiro. En Lorient (entidad que funciona como si de una familia se tratara en su trato con empleados, aficionados y periodistas) toda la prensa que sigue la actualidad del equipo da por hecho que jugará en el Valencia y hasta los jefazos del club saben que la única negociación que hoy por hoy aceptaría el futbolista -a quien le resta un año de contrato- es con la entidad de Mestalla. Una anécdota. Palabras del director de comunicación: "¿Venís de España? Pues ya te respondo yo a lo que queréis preguntar, más dinero tendrá que pagarnos el Valencia para llevarse a Gameiro". Obviando en su matización al resto de equipos que le tienen en agenda (Sevilla -hace dos semanas estuvieron representantes hispalenses en la localidad de la Betraña francesa- y Villarreal).

Gameiro nos concede una entrevista (la cual publicaremos mañana) en la que nos cuenta su vida, aventuras y desventuras en el mundo del fútbol y en la que da las claves del éxito de la política del Lorient. Pero también habla del Valencia, del que se nota que lo sabe casi todo -o al menos lo que más le interesa saber a él-. "Es un grande de España y de Europa, que compite en la Champions. Este año se ha sobrepuesto como un gran equipo que es a la marcha de jugadores como Villa", futbolista, el asturiano, al que admira y del que quiere seguir sus pasos. Porque Gameiro tiene la misma edad (24) con la que el Guaje llegó a Mestalla de su particular Lorient, el Zaragoza.

"¿Te veremos el año que viene por Valencia?" "Buff". Ríe. Silencio. "Del futuro hablamos cuando termine la temporada, ¿vale?". Solo quedan cinco partidos. Lo que no esquiva es dejar claro su deseo: "Sueño con jugar algún día en la Liga española, me encanta, es la mejor, y espero poder cumplir ese deseo". Lo dice con cara de complicidad y ante la atenta mirada del jefe de prensa (quien en todo momento nos ayuda y se muestra cortés y educado pese a nuestra "inesperada e incómoda" presencia) y de cuantos periodistas están en ese instante en el césped (sintético por cierto) del estadio del sexto clasificado de la Ligue 1. Porque Gameiro "da pocas entrevistas individualizadas y de ahí la expectación" que genera la que concede a AS, como apunta el compañero del diario Telegramme Laurent Aquilo, quien nos ayuda en la traducción.

El goleador del Lorient (segundo máximo artillero de la Ligue 1 con 20 goles) sí deja entrever que pese al acuerdo verbal que tiene con el Valencia (el cual, que quede claro, no reconoce durante la charla que mantenemos con él, aunque tampoco niega cuando le traducen el titular de la portada de AS en la que lo pone bien claro) no tiene intención de montar ninguna guerra con su actual club. Es decir, olvidémonos de la famosa cláusula de estabilidad y de que vaya a protagonizar otro caso Webster. "Me queda un año de contrato y la última palabra la tiene el Lorient", recalca. A fin de cuentas, Gameiro siente el proyecto del club galo como si fuera suyo, dado que "gracias a la oportunidad que me dio en su día el Lorient (por el que pagó cuatro millones al Strasbourg) he llegado a la selección francesa y por el buen rendimiento del colectivo, a estar en boca de otros clubes europeos". Pero a poco que la oferta y la demanda entre el Valencia y el Lorient se aproxime le veremos de blanquinegro.

Gameiro, casado y con un hijo de dos años, es una persona de costumbres familiares, al que le encanta pasear por la playa (punto para Valencia) y, según cuentan los que conviven con él diariamente, con las ideas muy claras (puntazo para el Valencia). Es un tipo de apariencia tranquila y paciente. Lo suficiente como para no desesperar hace un año cuando Manuel Llorente no dio de veras el último empujón para que fuera el sustituto de Villa (los informes de Gameiro se tienen en el despacho de la secretaría técnica desde la época de Fernando Gómez) y también para no tirar la toalla y seguir confiando en Braulio Vázquez cuando el Lorient rechazó en enero una oferta de no más de siete millones y el Valencia de repente fichó a Jonas.

Elogios a Rami. Kevin Gameiro habla del Valencia con naturalidad, aunque no quiera o pueda hacerlo con la misma al hacerlo sobre su futuro. Incluso responde sin tapujos a la pregunta sobre uno de los que pueden ser sus compañeros en el vestuario blanquinegro, Adil Rami. Le conoce por pelear contra él en multitud de partidos en la Ligue 1 y también por las últimas convocatorias de ambos con la selección francesa. Por cierto, Gameiro siempre ha sido un quebradero de cabeza por su velocidad para Rami. "Es un defensa espectacular, muy fuerte y corpulento, no es rápido pero siempre está bien colocado, en el campo es muy inteligente y va al Valencia para crecer, da un salto en su carrera".

Queda por lo tanto claro cómo ve él mismo la opción de fichar por la entidad de Mestalla y también que el mensaje y el proyecto deportivo que le ha transmitido en persona Braulio Vázquez durante los últimos meses -recientemente ambos tuvieron otra cita- ha calado en Gameiro. El delantero ansía poder escuchar el himno de la Champions League y sabe que en el Valencia lo haría la próxima temporada.