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Diario As | A la última

Plaza Mayor

<b>Estoril se puso guapa. </b>Cada Gran Premio de Motociclismo es un concurso de guapas. Los gurús del marketing apuestan por ellas para promocionar sus productos sin advertir que, ante bellezas semejantes, no hay pupila que se concentre en el producto. Ni en el paraguas. Ni en las carreras.

Mas demandas

Se supo ayer. El Barcelona demandará al Real Madrid por montar una explotación ganadera sin licencia ("la central lechera") y por vestir calcetines blancos (costumbre escasamente chic). Atentos a la jugada, los servicios jurídicos madridistas ya preparan la respuesta: demandar al Barça por miccionar perfume (Eau de Pep) y a Guardiola por regoldar en las conferencias de prensa. Cada denuncia se planteará desde el máximo afecto.

Juzgado de guardia

Hasta hace apenas una semana la UEFA era una institución apacible ubicada en Suiza. El momento de máxima agitación llegaba en los sorteos europeos. Es decir, tres mañanas al año. Ahora, en las puertas de tan honorable organismo, se apilan demandas, vídeos y alegatos. Y los que vendrán porque aún falta un Clásico. Cuentan que los uefos están irritadísimos y la señora de la limpieza, más.

Hombres buenos

Aquí va una idea para anular la energía negativa que se espera mañana en el Camp Nou: invitar a personajes buen rollo. No hay muchos, pero podrían bastar. A bote pronto nos salen cinco: Del Bosque, Chiquito, Cobi, Carmen Sevilla y D'Artacan. Pero seguro que hay más. El plan, arriesgadísimo, es salpicarlos entre el palco y los banquillos. Y esperar.

Nueves y Pepes

Llevamos arrastrando un error de interpretación desde el pasado mes de diciembre y la rectificación es urgente. Mourinho no pidió nueves, pidió Pepes (media docena, no más). La prueba es que no alineó delanteros en los equipos titulares de Copa y Champions. Tampoco aseguró títulos. Lo que garantizaba eran titulares. Y está cumpliendo. Con creces.

Triunfó el amor

Levante y Sporting se conformaban con un punto y lo que empezó como un partido casi acaba en boda. Fue un noviazgo de los de antes: se conocieron, se gustaron, salieron a pasear ante 12.000 carabinas y, aunque hubo arrumacos, se respetaron escrupulosamente. Repartidos los puntos, los padrinos brindaron por los novios y los rivales se acordaron de las familias, de las respectivas.

Pipa y Pippa

Pipas, lo que se dicen Pipas, conocíamos las de Facundo, peladas y sin pelar, y a los Higuaín, padre e hijo. En cada caso, productos de culto. Hasta que apareció, blanca y radiante, la bella Pippa Middleton, hermanísima de la princesa Kate. A la joven no se la conoce relación con el deporte, pero el deporte está deseando relacionarse con ella. Y somos una gran familia.

Masters de Madrid

Si usted vive en Madrid y se precia de ser alguien debe dejarse ver por la Caja Mágica en la semana que entra. Se recomienda vestimenta casual, sombrero de paja y náuticos por si zarpa el yate. El paraguas no es necesario porque hay techo corredizo (aunque arrancarlo cuesta un potosí) y los sofocos se los puede dejar en casa: aquí también gana Nadal. Pese a la altura pirenaica.

Ojo a la Final Four

El próximo domingo Florentino Pérez podría ganar la Copa de Europa... de baloncesto. Y en Barcelona. Sería la novena para la sección, que empataría las del fútbol. Significaría el triunfo del perfil bajo y el éxito de un entrenador del que no conocemos la voz. Demostraría la importancia de delegar. Sería un hecho magnífico. O terrible, según se mire.

La frase

Ramos: "La Copa se tiró cuando vio a tantos madridistas"

Di que sí. Lo mismo hizo Alves