DEPORTIVO 0- ATLÉTICO 1 | LIGA BBVA
Agüero para avistar Europa
El conjunto rojiblanco se aprovechó de la expulsión de Lopo para rescatar tres puntos que le deja anclado en los puestos europeos. Agüero marcó su noveno gol en siete partidos.
El Atlético de Madrid avista Europa de forma clara después del triunfo cosechado en Riazor ante un Deportivo de la Coruña con el descenso olisqueándole el trasero de forma preocupante. No fue un mal partido de los de Lotina pero la falta de gol les va a condenar al sufrimiento. Justo de lo que puede presumir el Atlético porque los madrileños se traen los tres puntos de La Coruña gracias a la efectividad del de siempre, del Kun Agüero. Volvió a marcar, ya lleva nueve en siete partidos, y deja a los de Quique Sánchez Flores con siete puntos de ventaja sobre el Espanyol (a falta de lo que haga en el duelo directo ante el Athletic) y a cinco del Villarreal (último puesto Champions).
Cuando las cosas marchan bien es mejor no tocarlas. Eso es lo que debió pensar Quique al apostar una vez más por Diego Costa como compañero del bendecido Agüero. Para secar la grandiosa racha del argentino, Lotina se apuntó a la moda del perro de presa y posicionó a Aythami por delante de la defensa deportivista. De primeras el experimento funcionaba porque al Atlético le faltaba fluidez, no conectaba con la línea más adelantada, y todo gracias al buen criterio de Valerón y el buen posicionamiento defensivo del equipo. Su disciplina militar en la retaguardia taponaba toda intención rojiblanca.
Como por el centro no se podía, al Atlético se le iluminó la bombilla y la primera vez que pisó los costados consiguió batir a Aranzubia pero Turienzo, acertado y tardón, anuló el tanto de Reyes por fuera de juego de Diego Costa. No subió al marcador pero los rojiblancos ya se olían por dónde podían meter mano. El Deportivo no había ideado todavía el plan de acción pero la zaga rival también iba a dar sus pistas. La primera la aprovechó Guardado, que minutos antes reclamó un penalti, tras un fallo de coordinación de los centrales pero su lanzamiento lejano fue repelido por De Gea. El mexicano, cuando le respetan las lesiones, da una profundidad brutal al Depor. Y la segunda aportación de la defensa rojiblanca vino, como no, de la mano de Perea, que hoy batía a Griffa con 204 partidos. El colombiano volvió a liarse pero Xisco no supo aprovecharlo.
Las desconexiones defensivas eran los únicos 'peros' del Atlético de Madrid hasta ese momento. Agüero abanderaba el ataque de su equipo e intimidó a Aranzubia en cuanto pudo deshacerse de Aythami pero su disparo se estrelló en el larguero. Justo después Lotina se encontró con un inesperado contratiempo con la lesión de Morel. Por él salió Seaone. En el último tramo de la primera parte se vio un partido más abierto y con más llegadas. Guardado la tuvo para los coruñeses pero se volvió a dar de morros con De Gea.
Valerón lo intentó hasta la expulsión de Lopo
El encargado de tomar el mando del segundo acto fue Valerón. El cansancio ya hacia mella en los jugadores y la presión no era la misma. Ahí 'El Flaco', sin agobios, se siente como pez en el agua. Él encauzaba el fútbol deportivista pero la penitencia del Deportivo es el gol y ya podía estar inventando jugadas que el gol se iba a resistir.
El ahínco gallego se vio alterado a la hora de juego. Momento en el que Turienzo Álvarez expulsó a Lopo por doble amarilla tras hacer la estatua cuando Agüero cogía carrerilla. A Quique se le afilaron los colmillos y dio entrada a Forlán y Juanfran, por Diego Costa y Elías.
Asombrosamente, la inferioridad numérica no mermó para nada al Deportivo, que mordió al Atlético con subidas de sus laterales. Pero Lotina no parecía fiarse y reforzó el medio del campo con Ze Castro en el lugar de Guardado. Ahí murió el Deportivo. Ujfalusi advirtió al momento con un tiro cruzado pero Aranzubia metió los guantes para despejar a córner. Nada pudo hacer el meta ante la gran triangulación entre Forlán, que cedió a Juanfran con un gran taconazo y éste regaló el tanto al Kun Agüero. El argentino sigue enchufado y consigue su noveno gol en siete partidos. El gol dejó noqueado al Deportivo, que solo pudo reaccionar en los minutos de descuento con más corazón que cabeza.