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liga bbva | real sociedad 2 - barcelona 1

El Barcelona descansa, la Real Sociedad resucita

El Barcelona tuvo el partido controlado pero se relajó demasiado en la segunda parte. La Real Sociedad remontó y avanza hacia la salvación. Teixeira anuló un gol de Milito con empate.

<strong>MESSI NO ROTA.</strong>
MESSI NO ROTA.

El Barcelona tuvo la Liga hecha aunque en cualquier caso todo apunta a que la tiene. Pero la tuvo especialmente hecha, a falta de menos de un suspiro. Ahora le queda un pasito (con suspiro). La Liga, lo poco que quedaba de ella, quedó congelada en la pifia del Real Madrid en el Bernabéu. La Real Sociedad la alargó, veremos hasta dónde, aunque la lectura correcta seguramente sea que los triunfos del Zaragoza y la Real alteran más la lucha por el descenso que la carrera por el título, ventilada en el primero de una serie de Clásicos que está siendo todo ruido de sables y micrófonos, batallas campales y reacciones (demasiado) aparatosas. Ahora todo pende de la vuelta de Champions y esta lucha por la Liga es una guerra de rotaciones y descansos, una carrera ficticia que tiene fecha de caducidad. Quedan doce puntos y el Barcelona necesita cuatro: una victoria y un empate. Le valen dos derrotas, las mismas que lleva después de hoy en todo el campeonato. Le valen dos... si el Real Madrid lo gana todo. Su primer match ball para el alirón será el próximo domingo si el equipo de Mourinho no gana en el Pizjuán.

El Barcelona tuvo el partido ganado y bajo control. Marcó en la primera parte cuando más apretaba la Real Sociedad y tuvo al equipo donostiarra a su merced durante muchos minutos. Pudo buscar la puntilla tras el gol de Thiago (pura clase) pero buscó el descanso. Pudo buscarla al salir de vestuarios pero sesteó demasiado pronto y le ofreció un resquicio a la Real, que resucitó a base de barullo y empuje, de poner espíritu donde no llegaban las piernas y de aprovechar el vuelo de la pelota por las inmediaciones de Pinto. Empató Ifrán y remachó Xabi Prieto de penalti. Esos fueron los hechos pero en el vuelco del marcador influyeron los accidentes: la lesión demasiado pronto de Montoya tras una entrada muy dura de Tamudo, la lesión de Milito al rematar un gol mal anulado por fuera de juego con empate en le marcador. El Barcelona terminó sin Piqué y sin Milito, desarreglado atrás y letárgico en ataque hasta el toque de corneta que siguió al 2-1, unos minutos finales en los que despertó y pudo empatar. Demasido tarde: no lo hizo. Sus matemáticas siguen siendo obvias pero lo son un poquito menos. Las de la Real por la permanencia también lo son, ahora un poco más.

Messi nunca descansa

Guardiola volteó el equipo pensando en la Champions. Pinto, sancionado para el martes, jugó para evitar cualquier problema, tirón o catarro, de Valdés en un Barcelona reconocible a partir del eje Piqué-Xavi-Messi, un referente por línea. No jugó Puyol, ausente en las seis derrotas del equipo en todas las competiciones, y Alves y Busquets entraron por obligación. Más allá de los nombres, el Barcelona fue de menos a más. Messi, Xavi, Afellay, Jeffren, Keita... todos de menos a más en un equipo al que bastó el 0-1 hasta que se enredó en la furia de Anoeta. Así eran los partidos en campo de la Real y así son: lluvia, ruido, brío y unos cuantos golpes. El Barcelona mandó al principio y marcó cuando la Real inclinó el campo hacia Pinto a base de presión fanática. Sin mucha gasolina y con poca fe, el equipo de Lasarte sobrevivió gracias al indulto azulgrana y montó un zafarrancho de combate en cuanto su rival bajó el pistón por, suponemos, el partido del pasado miércoles, por el del próximo martes y por los accidentes: las lesiones, los cambios, las decisiones arbitrales...

Para la Real el triunfo es un paso de gigante para que el Barcelona vuelva a Anoeta la próxima temporada. El equipo azulgrana, por su parte, no perderá demasiado tiempo pensando en esta derrota, la segunda en Liga y la primera como visitante. El alirón está a un paso en lugar de a medio pero nadie tiembla porque el Real Madrid eligió no tentar a la suerte. Ahora el martes se acerca galopando. Y todo pasa por el martes. Después, porque habrá un después, llegará la Liga, sus cuentas y los cálculos para el alirón.