Atlético de Madrid | La intrahistoria
La gente saltó para abrazar a Kun y Forlán
La visita rojiblanca, el evento del año en Tánger.
A sólo 16 kilómetros de las costas españolas se encuentra Tánger, la ciudad marroquí en la que el Atlético pasó la jornada entera del martes pasado. Una corta distancia que bastó para que el club rojiblanco se diera cuenta de la grandeza que conlleva su escudo y su condición de equipo referente en la Liga fuera de nuestras fronteras. Aparte de ser recibido por las máximas autoridades del gobierno marroquí y del Raja Casablanca, considerado como uno de los mejores equipos del continente africano, el Atleti dejó su huella para muchos años entre la población local.
Al pueblo marroquí le apasiona el fútbol. La Botola (su liga), pese a la cercanía de nuestras fronteras, no es seguida en nuestro país, pero ahí moviliza las masas. A la hinchada local también le apasiona la Liga y la Premier. Covenientemente, tienen a ídolos locales en las dos: a Chamakh en el Arsenal y al holandés de origen marroquí Afellay en el Barça. A la hora de inaugurar el Nouveau Stade de Tánger, de 45.000 localidades (el tercero más grande del país), el Atlético no tuvo ningún problema atrayendo a aficionados de todas partes de Marruecos y rozar el lleno. De hecho, la locura estalló con la llegada del autobús del equipo al estadio, cuando más de mil aficionados recibieron a los rojiblancos entre gritos de "¡Allez (Vamos) Atlético!" y los nombres de los más solicitados: "¡Agüero! ¡Forlán! ¡Reyes!". Entre los hinchas, abundancia de camisetas del Atleti, Barça y Madrid por igual... El encuentro tuvo ambiente de fiesta, comparable a una de las grandes citas de nuestra Liga. Pero no todo fue positivo. En las gradas hubo disturbios por la presencia de aficionados del Raja y el Ittihad (conjunto local que justo antes jugó ante el filial rojiblanco) y la seguridad tuvo mucho trabajo. También hubo una docena de espontáneos que saltó al campo en momentos diferentes. La mayoría de ellos terminaron su acto de interrupción abrazando a Forlán, Agüero, De Gea o Reyes. AS habló ayer con Abdelwahab, uno de los miembros de seguridad del Nouveau Stade: "Para la gente local este es el evento del año. El Atlético es un gran equipo. Tenemos a protagonistas del último Mundial como Agüero y Forlán jugando en Tánger, es fantástico. Por ello la gente se emociona y decide romper las normas. Con tal de poder decir que han abrazado o dado la mano a Reyes, Tiago o Forlán, saltan sabiendo que les puede caer una multa en torno a los 3.000 dhirams (246 euros, cifra próxima al salario medio de esta región). Tánger podrá decir que el Atlético estrenó este estadio, algo de lo que ninguna otra ciudad puede presumir".