El Sardinero, el calendario y el relax rival invitan a confiar

Pese a que el Racing encadena tres partidos sin lograr la victoria, aunque el descenso está a sólo dos puntos y el ambiente está muy enrarecido por los impagos de Alí Syed, muy mal se le tiene que dar al Racing para no lograr la salvación. De hecho es, de los nueve equipos que pelearán en estas cinco jornadas por la permanencia (desde la Real, duodécima, hasta el Almería, colista) el que mejor lo tiene.

El equipo de Marcelino jugará tres de sus cinco partidos en su casa y, además, hasta en tres de esos cinco enfrentamientos podría medirse a rivales que no se juegan nada. El primero de ellos, el Mallorca, este domingo; el siguiente el Sporting, ya salvado; y el último el Athletic, que para esa última jornada podría tener su billete a Europa en el bolsillo. Únicamente tendría que jugar una verdadera final ante el Hércules en Alicante. La dureza del choque ante el Atlético dependerá de los puntos que sumen en las próximas dos jornadas los colchoneros y su máximo oponente para arrebatarle la Europa League, el Espanyol.

Los contrincantes del Racing por no bajar lo tienen, a priori, mucho más complicado. Sobre todo Osasuna: sus rivales se juegan la clasificación para competiciones europeas o el descenso. Algo similar a lo que le sucederá a la Real. Y el Almería, tras caer ayer, está KO. De todos los adversarios que integran esta batalla, sólo el Hércules y el Almería, como el Racing, disputarán más partidos en casa que fuera.

Veteranía y peligro.

El Racing sabe manejarse en estas situaciones. De hecho, desde su último ascenso (01-02) nunca ha estado en descenso en la jornada 33ª. Casi siempre coquetea con el peligro pero siempre sale airoso. Lo único que juega en su contra es que está cargado de tarjetas y las piezas claves podrían fallar en días decisivos. Torrejón no estará el domingo; Toño, Colsa, Lacen, Munitis y Kennedy llevan cuatro y Francis, Arana y Bolado acumulan tres.