El Sporting, con Preciado en el funeral de su padre

Cientos de personas, entre los que se encontraban directivos, técnicos y la plantilla del Sporting de Gijón, han arropado hoy a Manolo Preciado durante el funeral por el fallecimiento del padre del técnico, que se ha celebrado en la iglesia de Los Franciscanos de Santander.

La directiva del Sporting, con su presidente Manuel Vega Arango a la cabeza y la plantilla, que se trasladó a Santander en autobús, han acompañado a su técnico, Manolo Preciado, en el funeral por la muerte de Manuel Preciado Salas (88 años), quien falleció el pasado miércoles en un accidente que se produjo cuando ayudaba a su hermano a empujar un coche.

Al funeral también acudieron, entre otros, el presidente del Racing de Santander, Francisco Pernía; los ex presidentes del club, Manuel Huerta y Miguel Ángel Díaz, y antiguos jugadores racinguistas como Manuel Higuera, Angel de Juana "Geli", Víctor Diego y Juan Carlos García; así como el máximo goleador de la historia del Sporting, Enrique Castro "Quini".

El párroco de la iglesia de Los Franciscanos, José Luis Idoyaga concelebró el funeral junto con el capellán del Sporting, Fernando Fueyo; y Alberto Pico, cura del Barrio Pesquero y amigo personal de la familia Preciado.

José Luis Idoyaga, en su homilía, recordó que la familia Preciado "acumula hechos luctuosos", ya que las "circunstancias trágicas" que provocaron la pasada semana la muerte del técnico sportinguista se suman a los fallecimientos de su mujer, a consecuencia de un cáncer en el año 2002 y, dos años después, la pérdida de su hijo menor en accidente de moto.

También se refirió a las lágrimas que vertió ayer el técnico en El Molinón cuando dedicó a su padre la victoria del Sporting. El párroco confió en que Manolo Preciado sintiera en ese momento la "felicitación de su padre y el abrazo de los amigos de Gijón y Santander".

Al término del funeral, por su proximidad a la familia Preciado, Alberto Pico se despidió de los asistentes con especial agradecimiento a Gijón por el buen trato y el aprecio que está dispensando al técnico cántabro.