El Rayo Vallecano camina directo hacia Primera

El Rayo Vallecano continúa en su camino hacia la Primera División, a pesar de las dificultades económicas que asolan al club, tras vencer a Las Palmas por 2-0 en un encuentro intenso y emocionante.

Tardó el Rayo en encauzar el encuentro. De hecho no lo hizo hasta el minuto 63, cuando Aganzo, de cabeza, abrió la lata insular, justo un minuto después de haber fallado un penalti. Delibasic cerró la victoria local en el minuto 95.

El partido fue de máxima intensidad, no sólo por el fútbol desplegado por ambos equipos sino también por las protestas realizadas desde la grada por la afición.

Los locales necesitaban los puntos para mantener su excelente posición en la maratón que ha de llevarles a primera, mientras que el equipo insular llegaba en racha, con seis encuentros consecutivos sin perder con cinco victorias.

El Rayo se hizo con el balón durante la primera mitad, que fue de mucho toque.

Sin embargo, la película cambiaría en la segunda mitad. Con Míchel en el bando local desde el primer minuto, el Rayo intentaría ser más incisivo en sus ataques, aunque la primera ocasión fue visitante, con Vega como protagonista.

El encuentro se encaminaba hacia el minuto 60, cuando la afición tenía previsto realizar sus nuevas proclamas. En el 59, Vega, en labores defensivas, derribaba a Aganzo y el colegiado decretaba penalti. El ariete lo lanzó y el meta insular lo detuvo. El balón suelto llegó a Armenteros que lanzó a puerta para que se estrellara en el palo.

Y en la siguiente jugada Armenteros se fue por la banda derecha y se sacó un centro que fue rematado por Aganzo para hacer el primer tanto.

A partir de ahí, el Rayo intentó dormir el encuentro, aunque sufrió con las dos ocasiones que aún disfrutaría el conjunto canario por medio de Guayre y Quiroga.

Pero la sentencia llegaría ya con cinco minutos de tiempo añadido, cuando la grada ya pitaba pidiendo el fin del encuentro. Delibasic recogió un balón en largo de Movilla, se quedó sólo ante el meta y lo batió por bajo. Era el 2-0 que dejaba al Rayo en posición inmejorable para el ascenso y a Las Palmas metido de lleno en la lucha por la permanencia.