El peor visitante mide la maldición de Balaídos

La necesidad será mañana sábado una de las principales amenazas para Celta y Ponferradina. Ambos equipos están obligados a ganar para seguir soñando y cumplir sus objetivos. Los vigueses ya no tienen margen de error si quieren lograr el ascenso directo, mientras que los bercianos necesitan un milagro para salvarse. Ninguno puede permitirse el lujo de dejar escapar un solo punto, por lo que la ansiedad puede jugar un papel crucial en el devenir del encuentro.

El tópico dice que las estadísticas están para romperlas y está claro que al menos uno lo conseguirá en este partido. Los celestes no ganan en casa desde febrero y ya acumulan cuatro derrotas consecutivas en su estadio. Por su parte, los blanquiazules no conocen la victoria a domicilio desde el pasado mes de octubre y sólo han cosechado nueve puntos lejos de El Toralín en toda la temporada. El peor visitante parece el mejor rival para que el Celta aleje los fantasmas de Balaídos, pero también puede ser la estocada definitiva.

Dudas. Paco Herrera tiene su libreta llena de anotaciones con interrogantes. Las únicas bajas seguras son las de Aspas, Joan Tomás y Oubiña, mientras que Mallo, Catalá, Lago, Garai y Papadopoulos son dudas. Demasiadas incógnitas para un choque tan importante. Al menos, el técnico recupera a Trashorras y podrá seguir contando con un pletórico Michu para romper de una vez por todas con la maldición de Balaídos.

Ante los numerosos contratiempos por lesión, Herrera tendrá que volver a tirar de la cantera que tan buenos resultados le están dando. Víctor Fernández y Jota serán de nuevo los beneficiados.