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Fernando Gaspar

"El equipo confía en sí mismo y tiene hambre"

Lleva como preparador físico desde los 23 años y ha trabajado con 19 técnicos. Confía en el equipo y destaca el trabajo de los médicos, fisios y recuperados del club.

A. Álvarez
"El equipo confía en sí mismo y tiene hambre"

Antes de preparador físico fue futbolista, ¿no?

Sí, pero malo. Llegué solamente a jugar hasta Tercera.

¿Cómo se hizo preparador físico?

Entrenaba en el colegio donde a la vez jugaba. Entonces, con 23 años me llamó Vicente del Bosque para dirigir a un equipo infantil del Real Madrid y ahí empecé más o menos en serio. Al año siguiente me llamó el Rayo Vallecano para ir al primer equipo y me convertí, en aquel momento, en el preparador físico más joven del fútbol español. Estuve en Vallecas desde 1994 a 1998. Después me fui al Numancia, donde estuve cinco temporadas, hasta el año 2003. Posteriormente, Camacho me fichó para el Benfica donde estuve en la 2003-04 -donde presenció la muerte del futbolista húngaro Miklos Feher durante un partido- para irme después, junto con Camacho y García Remón al Real Madrid en la temporada 2004-05. Luego, Camacho dejó de entrenar y me fui con Muñiz, que había sido jugador en mis etapas en el Rayo y en el Numancia, y empecé con él en el Marbella para irnos en la 2006-07 al Málaga. En la 2007-08 estuve con Camacho otra vez en el Benfica. Finalmente, en la 2008-09 me fui con Muñiz al Racing.

Del Bosque, Camacho, Muñiz, García Remón... ¿de quién ha aprendido más?

Lógicamente de todos se aprende. En total he trabajado con 19 entrenadores y cada uno es de su padre y de su madre y de todos se sacan cosas positivas. Sobre todo en mis inicios porque tenía mucho hambre por aprender, por adaptarme a los métodos de trabajo y ha sido muy importante en mi vida el haber trabajado con tantos entrenadores.

Y ahora está en el Valladolid. ¿Quién le convenció?

Con Abel coincidí en su última temporada, cuando estaba en el Rayo. Luego, cuando salí del Racing volvimos a contactar y cuando firmó por el Valladolid me invitó a que viniese con él.

Cuando llegaron algunos jugadores se quejaban de que no tenían chispa. ¿Cómo se encontró al equipo?

Yo no puedo, ni debo, evaluar el trabajo anterior. Lo cierto es que cuando hay un cambio de entrenador es porque los resultados deportivos no son los esperados. Nosotros llegamos con toda la ilusión, pero en los primeros partidos los resultados no fueron los esperado. Sin embargo, ahora el equipo está dando un buen nivel.

¿Habló con el anterior preparador físico?

No, no hablé con él.

¿Es complicado coger a un equipo a mitad de temporada sin haber hecho la pretemporada?

No es que sea complicado porque es algo que no se puede cambiar. En el fútbol de hoy en día hay muchos cambios de entrenador. No deja de ser un handicap porque en poco tiempo tienes que adaptarte a la ciudad, al club, a los jugadores y que, en nuestro caso, a los cuatro días de venir, había un partido. En la pretemporada sientas las bases del trabajo sin la competición de por medio.

¿No pensaron en hacer una mini pretemporada a su llegada?

No, porque como te dije a los cuatro días de llegar ya teníamos un partido y luego llegaban las vacaciones de Navidad, que ya estaban pactadas. Sólo podíamos ganarle tiempo al tiempo.

¿Está el Valladolid en el mejor momento físico?

Han coincidido muchos factores, como que el equipo se ha quitado la ansiedad que tenía y ha empezado a ganar y a dar todo lo que llevaba dentro. Pienso que la preparación física no sirve ni para justificar las victorias ni las derrotas. El fútbol tiene muchos componentes y los resultados no solo vienen por el físico, sino que el nivel de destreza y la toma de decisiones de los jugadores hacen que el equipo saque o no los partido adelante.

Habla de ansiedad... ¿tanta tenía la plantilla?

No sé si el concepto ansiedad es el correcto, pero está claro que a principio de temporada el Valladolid se marcó unos objetivos que no se estaban cumpliendo y cada partido era el último y una derrota era un fracaso sin solución. Sí es cierto que cuando nosotros llegamos nos hacían un gol y el partido se acaba ya porque el equipo no tenía esa capacidad de remontar que ahora sí tiene; para ejemplo está el último partido ante el Xerez, que nos hizo un gol nada más comenzar la segunda parte y el equipo le pudo dar la vuelta porque ahora los jugadores creen en sí mismos y tienen hambre de ganar y de seguir subiendo poco a poco.

¿Aguantará el Valladolid este nivel hasta final de temporada o veremos otro bajón?

Espero que aguante, pero el calendario español es muy exigente por el número de equipos, por los meses que estás compitiendo y eso hace que durante el año pases por diferentes etapas. La intención es tener plantillas de 25 jugadores que durante la temporada estén en las mejores condiciones. Es muy difícil de conseguirlo, pero para eso estamos los profesionales del cuerpo técnico, para tomar le decisión de quién está mejor o peor.

Llama la atención que en los entrenamientos es usted quien lleva la voz cantante mientras que Abel solamente observa.

Nosotros salimos con el trabajo planificado del vestuario. Como preparador físico, dentro de mi trabajo está el control de las cargas, la duración de los ejercicios y la duración de la sesión. Es un trabajo consensuado entre todo.

¿Qué porcentaje tiene la preparación física en el fútbol actual?

No se puede hablar de porcentajes porque la preparación física es un apartado más. Ahora se trabaja más y mejor. Aquí, en Valladolid, hay un grupo que trabaja y se implica mucho y los resultados tenían que llegar.

En el mercado invernal llegaron jugadores con más de 30 años. ¿Afecta al físico?

Los futbolistas tienen una edad para competir y dependiendo de cada jugador llega antes o después, pero los que han llegado al equipo ha sido con la intención de mejorar la plantilla.

¿Qué diferencias hay entre Primera y Segunda?

Sobre todo del medio del campo para arriba por ese punto de materializar las ocasiones, de jugar más rápido en los últimos metros, la definición... lógicamente, la Primera es lo máximo y la Segunda está un escalón por debajo.

¿A qué equipo teme en un posible cruce en el play off?

Mientras está el Valladolid me da igual. La Segunda es muy pareja. Nosotros, por ejemplo, hemos tenido mejor resultados ante los equipos de arriba que ante los de abajo. Hay muchas sorpresas.