Messi ni vio amarilla; Hugo, dos partidos por tocamientos

Minuto 90 del Madrid-Barça del sábado. Messi corre a por un balón al que no llega (ya está fuera un metro), pero lejos de detenerse, lanza un balonazo al público del Bernabéu que impacta en la cabeza de un aficionado. Este violento gesto no fue sancionado en el campo (ni vio amarilla) ni tampoco Muñiz lo reflejó en el acta. Por esto último, Competición no entrará de oficio y el balonazo quedará sin sanción.

Pero hay precedentes en los que sí hubo castigo porque sí hubo mención en el acta. El mejor ejemplo sucedió el 5 de diciembre de 1990, en el Barça-Madrid de la ida de la Supercopa (0-1). Stoichkov fue expulsado a cinco minutos del descanso (por doble amarilla) y antes de abandonar el campo agredió al árbitro, Urízar Azpitarte, con un pisotón (Cruyff también fue expulsado). Al finalizar el encuentro, Hugo, ante el aluvión de objetos que caían desde la grada, se dirigió a la misma tocándose sus genitales (ver imagen superior). Este gesto fue consignado en el acta.

Tras varios recursos, el Comité Superior de Disciplina Deportiva terminó sancionando al búlgaro con dos meses y dos partidos. El 26 de diciembre, 21 días después del partido y tras varias declaraciones como la del presidente Núñez ("¿Vieron dónde se puso las manos? Supongo que si sancionan a Stoichkov, también le sancionarán a él"), el juez único de Competición, José Javier Forcén, castigó a Hugo con dos partidos (que cumplió ante Osasuna y Sporting) y 139.000 pesetas de multa. El escrito de Forcén decía: "(...) el jugador frotó con su diestra sus más íntimas partes de manera inequívoca y prolongada, considerando este órgano que tal proceder es constitutivo de ofensa a los espectadores". "Me han sancionado por presión. Si no hubiera existido lo de Stoichkov, no hubiera habido presión para que me sancionaran", dijo el mexicano.

Otro caso. Competición entró de oficio con el azulgrana Giovanni y sus butifarras, en el Bernabéu (01-11-1997): al brasileño le cayeron dos partidos.