Siete partidos para lograr tan sólo tres puntos

El Mallorca está en la antesala de confirmar una temporada más su presencia en Primera División y para ello probablemente bastaría con sumar tres puntos más. El equipo bermellón sigue sumando con el objetivo de alcanzar cuanto antes los cuarenta puntos, o como dice el técnico Michael Laudrup "superar el muro de los cuarenta", base fundamental de la salvación.

El sector optimista del mallorquinismo valora que el equipo bermellón está ahora mismo nueve puntos por encima de la zona de descenso y que además hay muchos cruces pendientes entre los equipos de abajo. De hecho el propio Mallorca tiene que enfrentarse en las siete jornadas que quedan a cinco equipos de la zona baja.

En los últimos diez años la puntuación más alta que se necesitó para lograr la salvación la obtuvo el Espanyol con 43 puntos en la temporada 2003-2004, siendo la más baja la de la pasada temporada, en la que el Málaga se salvó con tan sólo 37 puntos, dos menos de los que ahora tiene el Mallorca.

Sobre lo que queda por sumar para asegurar el objetivo Sergio Tejera dijo ayer que "nos queda muy poquito para tener la permanencia bien asegurada, y esperamos conseguir lo que nos falta esta semana".

Por su parte el delantero Víctor Casadesús, asocia la salvación con sus minutos de juego al afirmar que "a falta de siete jornadas y con los puntos que tenemos, creo que cuando tengamos la puntuación que garantiza la permanencia quizá pueda tener más minutos".

El equipo sabe que en Málaga puede certificar la salvación pero al mismo tiempo no se agobia porque considera que tres puntos en siete partidos son más que factibles.

El Mallorca se salvó con 39 en la 2004-2005

El Real Mallorca marcó el límite de la salvación hace seis temporadas cuando en una lucha tremenda por conseguir la permanencia superó al Levante en tan sólo dos puntos, (39 a 37) en la última jornada de Liga, después de llegar a estar a más de diez puntos de los granotas. Aquel Mallorca que dirigía Héctor Cúper encadenó una racha final de siete partidos consecutivos sin perder, (cuatro victorias y tres empates) que sirvió para superar a un Levante que sumó tres de los últimos 33 puntos en disputa y que acabó condenando a los valencianos al descenso a la Segunda División. Ahora el equipo de Laudrup ya tiene esos 39 puntos a falta de siete partidos para que acabe la Liga, una cifra que da mucha confianza al equipo balear.