Djukic cambia el guión

El Hércules ya ha pasado de las palabras a los hechos tras la llegada de Djukic. El bagaje numérico ha sido de cuatro puntos: una victoria ante la Real Sociedad y el meritorio empate ante el Espanyol, algo que ya había conseguido el Hércules esta temporada, con Esteban. Sin embargo, la forma de cosechar estos puntos ha sido distinta.

Desde el primer día, Djukic estableció su forma de trabajar, la única capaz de conseguir el objetivo de la permanencia, según él. El método Djukic se basa en el día a día: orden, disciplina y capacidad para convencer al grupo. Sin embargo, todo va encaminado al fin de semana, al partido de los domingos. Y ahí, el Hércules tiene otra cara. Podrá ganar, empatar o perder pero Djukic ya ha cambiado el guión de los partidos. En nada se parece el Hércules de los dos últimos meses de Esteban al de los últimos dos partidos, ya con Djukic. La presión que comienza desde el último delantero; que el bloque no se parta; no conceder apenas ocasiones al contrario; salir concentrado desde el minuto 1; y la recuperación de las estrellas son los axiomas de Miroslav Djukic.

Drenthe ha recuperado su mejor versión

A pesar de que Drenthe no estuvo tan fino ante el Espanyol como en Anoeta, es evidente que el holandés es otro. El extremo ha pasado de la anarquía al compromiso. Del juego individual a hacerlo en equipo. Antes, el holandés siempre encaraba y a menudo perdía el balón. Ahora sabe elegir mejor cuál es la mejor opción. Además, Djukic le ha dado unas nociones para colocarse mejor y ayudar en defensa a Peña. Ante el Espanyol se le vio bajar hasta línea de fondo propia para recuperar el balón. Su cambio de actitud es la mejor noticia.

Concentración desde el primer minuto de juego

El Hércules de Djukic sale enchufado desde el minuto 1. En la última época del Boquerón Esteban, el Hércules recibió demasiados goles en los arranques de los partidos, lo que le hacía ir a contracorriente desde el principio. Ya en San Sebastián se vio el primer viso de que esto sería así. El Hércules salió desde el saque de centro a por el partido y los defensas no se complicaban en los primeros lances. Esta mejoría es fruto de la concentración con la que afrontan los jugadores del Hércules los encuentros.

La defensa concede muy pocas ocasiones

En 180 minutos, el Hércules apenas ha concedido ocasiones de gol a Real Sociedad y Espanyol. En Anoeta, el gol de Ifrán llegó en el 92' y cuando el Hércules ya celebraba el triunfo. Ante el Espanyol, el taconazo de Osvaldo que llegó más por mérito del argentino que por demérito de la defensa, y el gol anulado fueron las únicas oportunidades del rival.

La pareja Juanra-Paz está siendo muy eficiente, en parte, por el buen trabajo defensivo del bloque. Atrás quedaron los tiempos en que la defensa tenía muchos agujeros.

El equipo es un bloque y no se parte tan fácil

En los últimos partidos de Esteban Vigo, a los defensas herculanos les llegaban en oleadas. Los rivales tenían muchas opciones para ensayar el contraataque y generar peligro. "Hacía mucho que no defendíamos en ataque estático", comenta uno de los defensas en privado. Esta mejoría viene dada porque el equipo ahora trabaja la defensa en bloque y, sobre todo, porque los dos centrocampistas impiden que se parta el equipo, algo habitual en la época de Esteban. Abel Aguilar ha crecido desde la llegada del serbio.

Férrea presión que comienzan Valdez y Portillo

Es la característica fundamental del Hércules de Djukic y la prueba más evidente de que el equipo blanquiazul ha cambiado. Ahora, Valdez y Portillo son los que comandan la presión y comprometen la salida del balón del contrario. En algunas ocasiones, la presión empieza incluso al borde del área rival. Esta presión hace que la jugada del rival no salga tan limpia y facilitan la labor de destrucción de los centrocampistas y los defensas. Además, Djukic quiere recuperar muy arriba para que los hombres de calidad aprovechen los espacios.

Los números le dan la razón

Sólo lleva dos partidos dirigiendo al Hércules desde el banquillo pero, de momento, los números le están dando la razón. De hecho, Djukic ha igualado los mejores registros de un entrenador debutante en Primera, en el Hércules. El serbio ha cosechado una victoria y un empate, cuatro puntos actuales. Antes, lo hicieron Gamborena, en la campaña 1939-40; Mauri, en la temporada 1941-42; y Koldo Aguirre, en la 1979-80. No obstante, estos técnicos sumaron sólo tres puntos ya que entonces la victoria valía dos puntos. En el Ciutat puede seguir mejorando su gran arranque.