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Liga BBVA | Mallorca 2 - Sevilla 2

Rakitic, MVP del mercado invernal, castiga a Aouate

El croata salva un punto al Sevilla tras un error del israelí

<b>ARGENTINO INCISIVO. </b>Perotti centra en busca de un rematador en una jugada de la primera parte.
ARGENTINO INCISIVO. Perotti centra en busca de un rematador en una jugada de la primera parte.

El Mallorca-Sevilla terminó con un tiroteo agónico, sin protecciones. Con el exuberante De Guzman solo ante Javi Varas y con Rodri soñando con repetir el gol que fue la Champions en Almería pero estrellándose con el cansancio. Un broche bello a un partido bonito, sin corsés, que retrató bastante bien a este Sevilla con nuevo aire y fútbol agradable pero sin mucho carácter. Y sirvió para aplaudir al Mallorca y a Laudrup, que como en Getafe ha conseguido coser un buen equipo con mérito. Sin Borja Valero, el arquitecto preferido de Manzano que ayer animó desde el twitter a sus ex, el danés ha encontrado en De Guzman un recambio distinto, pero incansable. Al canadiense no le se acaban las pilas. Tampoco al japonés Aki. Entre los dos centrocampistas exóticos y Chori Castro, una serpiente en la izquierda, metieron en un buen lío al Sevilla, al que le costó descifrar el partido. Sin el ritmo ni la tensión necesarios para pelear en condiciones por sus últimas opciones de Champions, cuando quiso acordar iba perdiendo. Lo peor es que se equivocó dos veces. Después del primer gol de Aki se encontró sin hacer nada un penalti torpe de Ramis que marcó con temple Negredo. Pero recayó. De Guzman aprovechó la autopista que le cedió un extrañamente fallón Medel y marcó el 2-1. El Iberostar se tomó cada gol como una revancha personal contra Manzano, que tuvo un mal recibimiento en un sitio en el que ha dejado mucho.

Cambios. Como activado por esa atmósfera hostil que había en torno a él, Manzano tomó decisiones antes de lo previsto. Prescindió de Romaric, lento y con la cabeza puesta en los acontecimientos que han golpeado Costa de Marfil, y se la jugó con Rodri, un delantero alborotador que lleva 19 goles en el imponente filial que tiene algo de talismán.

El Sevilla empezó la segunda parte como un ciclón. Negredo falló el gol más fácil de su vida y cuando más frío estaba, un error impropio de Aouate fue castigado por Rakitic. El fichaje más valioso de invierno (cuatro goles por tres de Giovani dos Santos) soltó un latigazo con la pierna izquierda y le salvó media vida al Sevilla. Pero la Champions está a leguas.

Laudrup: "Sus goles han sido una pena"

"Sus dos goles fueron una pena. Tuvieron ocasiones más claras que no marcaron. Lo más importante para mí es ver al equipo así, con opciones de ganarle a un buen rival. Reconforta el punto ante el Sevilla. Conocemos su calidad a pesar de tener bajas importantes como Kanouté o Navas, pero tienen una gran plantilla. Hemos jugado al mismo nivel que ellos y eso es importante para mi equipo. Hay que mantener esta actitud hasta final de temporada".

Manzano: "La afición es soberana"

"La afición siempre es soberana, tiene su derecho a hacer lo que quiere. Regresar a Mallorca siempre es bonito y me sentiré siempre en mi casa, al margen de lo que puedan gritar desde la grada. La primera parte ha sido mala, pero en la segunda tuvimos más ocasiones. El cambio de Romaric era una cuestión táctica, no se trata de señalarlo. El 1-0 trastocó nuestros planes y quería más gente en ataque, así que metí a Rodri para que ayudase".