Liga BBVA | Málaga - Deportivo
Debate Eliseu-Valerón
El canario apunta a suplente. El Málaga, agónico
Semana de debates. En Málaga, el estado de la cuestión giraba en torno a la escasa garra que el equipo sacó a pasear contra el Levante. Mientras los valencianos salieron a morder, los de Pellegrini apenas cometieron siete faltas: "Salimos dormidos", confesó Seba Fernández". Y todos coinciden: "Eso no puede ser". En A Coruña, el personaje de la semana ha sido Valerón. ¿Tiene que jugar sí o no? Miguel Ángel Lotina dosifica su talento con cuentagotas, aunque la clase del Flaco provoca los elogios del mismísimo Andrés Guardado: "Cuando está en el campo, somos otros". Si salta al terreno de juego, hará historia, porque cumplirá su partido número 350 como futbolista en Primera División. Sólo los buenos alcanzan estos números.
Este es el estado de la cuestión y de la discusión. "Por la Calle del 'Luego', irás hasta la Plaza del Nunca Jamás", reza un añejo y sabio refrán. Apropiadísimo. Málaga y Deportivo no pueden dejar para mañana lo que debieron hacer ayer. Porque su tarrito de lágrimas está cerca de rebosar. Al menos el Depor tiene colchón. El Málaga, ni eso.
Las estadísticas, si no se rompen, engordan. Y la historia contemporánea pone al Deportivo como una de las mayores bestias negras del moderno Málaga Club de Fútbol. La última victoria malaguista se remonta al 5 de marzo de 2000 (1-0, gol de Darío Silva). "No nos vale el empate", dice con firmeza el técnico chileno. Los sufrimientos de los boquerones en su campo (sólo han obtenido cuatro victorias y dos empates) chocarán con el enroque que propondrá Lotina. El resultado puede ser un partido espeso y de pocos goles, un partido de choque que, por supuesto, va a favorecer a los gallegos.
Y ya que estamos con debates, otro más. ¿Eliseu debe jugar como lateral izquierdo o como extremo? La calle pide a gritos que recupere sus carreras, sus desbordes. Nada. Pellegrini no ha convocado a los otros dos laterales zurdos, Mtiliga y Manu Torres (absolutamente defenestrados). La solución intermedia parece ser la que apuntó el propio jugador en una reciente entrevista: aproximarse a la manera de jugar del madridista Marcelo.
Si el Málaga gana, dormirá fuera del descenso. Si lo hace el Deportivo, distanciará en ocho puntos a un rival directo y estará casi salvado. Duro cara o cruz en un partido que puede determinar el devenir de un campeonato en esta eléctrica recta final donde los errores se pagan a precio de angulas. Es la Liga. Es lo que hay.