Marcelino da un toque a Alí y pide el pago de los atrasos

No sé si llegaremos en la mejor disposición posible desde el punto de vista mental, es posible que si se hubieran dado otras circunstancias..., que creo que debieran de ocurrir de acuerdo a lo hablado, llegaríamos mejor...". Así puso Marcelino, cuando se le había preguntado por el Levante, en el guión de la habitual rueda de prensa de los viernes la alarma creciente que se vive entre todos los futbolistas al ver que, por segunda vez, Alí Syed ha incumplido la palabra dada a los 11 jugadores a los que se les adeuda parte del contrato del año pasado de saldar de inmediato esa cuenta pendiente.

El técnico de Careñes fue testigo de la reunión en el vestuario de Cornellà, en la que el accionista mayoritario felicitó al equipo por el triunfo y les aseguró que 1,7 millones de euros ya viajaban hacia España para saldar la deuda. Ahora es consciente de que en el vestuario no se habla de otra cosa, de que sus jugadores lo primero que hacen al levantarse de la cama es mirar por internet la cuenta de su banco por si ha llegado el ingreso y de que el cabreo puede acabar afectando al rendimiento. Por eso, por si ayuda un puñetazo suyo en la mesa, acudió a la sala de prensa con la firme intención de apoyar al 100% a sus jugadores.

Lo primero.

Además de pedir a la afición el mismo apoyo que brindó ante la Real y de adelantar que para ganar al Levante será necesario meter mucho ritmo al partido, el técnico asturiano se explayó, con gesto serio pero controlando muy bien todas sus palabras, en el apartado económico: "Se les dijo que iban a cobrar esta semana y a la una de la tarde del viernes no lo han hecho. Hubiera sido un buen plus de motivación y, en cambio, me preocupa que esta incertidumbre que nos rodea divida la atención".

Sí dejó muy claro que, a pesar de todo, el equipo está mentalizado: "No me ha costado mantener su atención porque son muy buenos profesionales, no hay más que verles entrenar, Con una actitud excelente..., pero yo sé lo que hay, porque además de entrenarles convivo con ellos y es evidente que el nerviosismo existe".

Del futuro de Giovani no quiso ni oír hablar: "Sería yo un irresponsable. Lo primero es el pasado, luego el presente y, en tercer lugar, el futuro".