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ATHLETIC 0 - REAL MADRID 3 | LIGA BBVA

Mourinho le hace un lío a Caparrós

Di María, el mejor del Real Madrid, forzó dos penaltis que transformó Kaká. Cristiano hizo el tercero. Mourinho presentó una alineación con siete suplentes.

<b>DOBLETE.</b> Kaká marcó de penalti los dos primeros goles del Real Madrid.
DOBLETE. Kaká marcó de penalti los dos primeros goles del Real Madrid.REUTERS

El Real Madrid solventó con una autoridad inesperada un partido raro, que afrontó de forma extraña, con una alineación sorprendente. Mourinho le hizo un lío a Caparrós y el Athletic se quedó sin respuesta ante un Madrid que concedió el balón sin ningún disimulo, renunció a crear, a elaborar fútbol y se entregó al contragolpe para mantener ese hilo de vida que aún le queda en la Liga. Así, con esa filosofía chirriante, se impuso en San Mamés en un partido que pudo vencer con mayor contundencia si Higuaín y Di María hubieran estado más inspirados en el remate. Decidieron dos goles de Kaká, que transformó dos penaltis cometidos a Di María, el mejor de su equipo, y uno de Cristiano, que jugó sólo la última media hora.

El Athletic fue un conjunto vulgar en defensa, no existió en el centro del campo y naufragó en ataque. Le faltó lucidez y le sobró precipitación. Salió pasado de revoluciones y se enredó en una lucha cuerpo a cuerpo que le condenó al fracaso. Con una alineación con más músculo que talento, nada le convenía más al Madrid que su rival decidiera no utilizar el balón como arma ofensiva. Se equivocó el Athletic, se equivocó Caparrós y para el Madrid el encuentro fue una inesperada cuesta abajo. Le bastó algo de orden, no perder la concentración, meter intensidad a todas sus acciones y la verticalidad de Di María para deshacerse de un Athletic llamativamente inofensivo. Con esta actitud de los locales, nadie lo pasó peor que Fernando Llorente, totalmente desconectado del resto del equipo y al que sus compañeros apenas supieron encontrar.

Mourinho sorprendió con una alineación que fue más allá de las rotaciones, fue una revolución. Ramos, Albiol, Garay y Arbeloa formaron la defensa. Por delante de ellos se situó Pepe, que fue un central más cuando atacó el Athletic. Lass se situó a su derecha y Granero a su izquierda. Kaká apareció como enganche con Higuaín y Di María arriba, intercambiando posiciones. La apuesta no le pudo salir mejor a Mourinho, que reservó jugadores y ganó tres puntos con una facilidad inesperada.

El técnico portugués diseñó una alineación y se imaginó un partido que quizá sólo él supo ver. El dibujo de sus intenciones lo terminaron de completar entre Di María, Iraizoz y Kaká a los 13 minutos. El portero cometió un claro penalti sobre el argentino y el brasileño convirtió el primer gol. La inseguridad y las dudas se multiplicaron en el Athletic, que nunca encontró la forma de hacer daño al Madrid, al que atacó con un juego demasiado directo, olvidando las bandas. Ataques demasiado previsibles y fáciles de defender.

El Madrid vivió de ahí al final cómodamente al contragolpe y así pudo sentenciar el partido en el primer tiempo. Desbordado en defensa, el Athletic pudo irse goleado al descanso. Malgastó dos oportunidades clarísimas Higuaín, que primero falló en el mano a mano con Iraizoz y después no supo marcar desde fuera del área a puerta vacía tras una mala salida del portero. En ese juego de errores, a Higuaín le acompañó Di María, que amargó él solo a toda la defensa del Athletic y perdonó dos tantos. Uno después de aprovechar la autopista que dejó Iraola por su banda para llegar ante Iraizoz. Un mal control le impidió definir bien. Y otro después de que Higuaín robara un balón al atrevido San José, que intentó regatear al delantero en el borde del área. La acción la completó Di María con un disparo desviado.

Cuatro claras ocasiones a las que se añadió una de Kaká ya cerca del descanso y ante las que el Athletic no ofreció más respuesta que un disparo de Muniain que despejó Casillas. Un trabajo demasiado sencillo para el Madrid contra un Athletic decepcionante.

La inercia en la que se movió el partido no varió en el segundo tiempo, pese al intento de Caparrós por abrir el campo. El cambio de David López por Gurpegui apenas se quedó en una anécdota. El Athletic no hizo ni cosquillas al Madrid, que completó la faena con dos nuevos tantos. Kaká, que rindió a un buen nivel, transformó un nuevo penalti cometido también sobre Di María. Esta vez fue Castillo quien no tuvo más ocurrencia que empujar al argentino después de que éste le recortara dentro del área. Cerró el marcador Cristiano Ronaldo, que había sustituido al agotado Higuaín. Un buen gol del portugués, que recortó a San José dentro del área y batió con facilidad a Iraizoz.

Apenas hubo noticias del Athletic, salvo un remate de Toquero, y el partido se consumió sin mayores sobresaltos para el Madrid. Lo más reseñable fueron los cambios de Xabi Alonso y Carvalho por Di María y Garay. Así de tranquilo acabó el Madrid su viaje por San Mamés.