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Liga de Campeones | Chelsea 0 - Manchester 1

El United golpea primero ante un Chelsea sin ideas

Rooney marcó tras una jugada del incombustible Giggs.

<b>GOLAZO. </b>Rooney culmina una gran jugada de Giggs desde la izquierda ante la estirada de Bosingwa.
GOLAZO. Rooney culmina una gran jugada de Giggs desde la izquierda ante la estirada de Bosingwa.

El Manchester United se llevó a Old Trafford una renta que le convierte en el máximo favorito para verse las caras posiblemente con el Schalke en las semifinales. No es sorprendente: sería la quinta vez (de cinco) que elimina a un conjunto inglés de la Liga de Campeones. Sabe jugar estas eliminatorias mejor que casi nadie: no necesita dominar el encuentro, ni cambiar su estilo, y tiene uno de los mejores sistemas defensivos del continente. Aprovecha su momento y, después a otra cosa, mariposa.

En el Chelsea, mientras tanto, pasan ahora cosas raras. El entrenador quiere que se mezcle el agua con aceite, pero Drogba y Torres son demasiado parecidos para poder crecer uno al lado del otro. Luego está la paradoja de que en el partido con el mayor ritmo de los que se han jugado en cuartos de Champions el Chelsea conducía el balón en exceso, lo que hacía que la jugada muriera antes de llegar a las inmediaciones de un inmenso Van der Sar. Y si las transiciones son lentas, Torres y Drogba se quedan sin espacios. Hace ya tiempo que ninguno de sus medios ofrecen un balón que cree dudas, un pase inteligente y en ello centrará sus esfuerzos Abramovich este verano. Un remate de Torres dio en el poste y el rechace de Lampard fue salvado por Evra sobre la línea en la única ocasión del primer tiempo.

El Manchester es todo lo contrario. Aunque en la Premier domine los encuentros y juegue los 90 minutos como si sólo faltaran cinco, en Europa es un equipo que juega a la contra. Cedió la posesión al Chelsea y esperó su oportunidad, que siempre acaba por llegar. Se quedan siete tras el balón y confían en las aperturas de Giggs y la llegada al área de Rooney, cada vez más un mediapunta y creador con gol, y menos un delantero centro al uso. Así ocurrió en el tanto inicial: un cambio de orientación de Carrick mal defendido que dejó al 10 solo cuando recibió el pase de la muerte de Giggs. Van der Sar, otro señor mayor, tuvo que emplearse a fondo, pero solamente en un par de ocasiones más. Y es que al Chelsea le faltan muchas de las cosas que al Manchester le sobra.