El Oporto celebra el título entre aspersores

André Villas-Boas logró ayer su primer título nacional como entrenador, el 25ª para el Oporto, en la que ha sido su primera temporada como técnico. Una victoria en casa del segundo clasificado, el Benfica (1-2), le dio anoche el alirón. Sin embargo, la celebración escoció en Lisboa. Con los portistas festejando en el césped, se apagó la luz y se pusieron en funcionamiento los aspersores, como le sucediese al Inter de Mourinho en el Camp Nou en Champions.

Queda así finalizada una campaña en la que Villas-Boas ha sido uno de sus grandes protagonistas, debutando en uno de los grandes sin haber perdido ningún partido de liga. No hace mucho que Villas-Boas entrenaba a las categorías inferiores del Oporto, donde conoció a Mourinho. Se hicieron buenos amigos y trabajaron juntos. Villas-Boas observaba a los rivales, recopilaba vídeos y se ocupaba de la parte informática para preparar entrenamientos y partidos. El Mourinho de los observadores acompañó a su maestro al Chelsea y al Inter y el año pasado regresó a su país para entrenar al Académica de Coimbra, convirtiéndose así, con 32 años, en el técnico más joven de primera.

En el Oporto ha conseguido dar solidez a una plantilla que ya estaba formada hacía cuatro años. Ha dotado al equipo del equilibrio necesario pese a contar con muchas individualidades. Entre ellas el brasileño Hulk, pichichi con 21 goles, y que ayer marcó. Su sistema preferido es un 4-3-3, pero dando libertad a sus pupilos.

Además de estos equipos, Coimbra, Setúbal y Braga han sido segundos.