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Liga BBVA | Villarreal 0 - Barcelona 1

La Liga es una cuesta abajo

Un protestado gol de Piqué da un triunfo clave al Barça. Valdés desactivó cualquier intento del Villarreal. Las bajas no mermaron la jerarquía culé

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<b>CERROJO VALDÉS. </b>El portero del Barcelona tuvo una gran actuación. En esta jugada, mano a mano con Rossi, Valdés le sacó limpio el balón al italiano.
CERROJO VALDÉS. El portero del Barcelona tuvo una gran actuación. En esta jugada, mano a mano con Rossi, Valdés le sacó limpio el balón al italiano.

El camino hacia el título de Liga hace bajada para el Barça después de que ayer, tras un partido extremadamente serio, los de Guardiola sumaran tres puntos en El Madrigal gracias a un gol materializado por Gerard Piqué tras un control con el pecho y una definición propia de Van Basten. Algunos verán una ayuda con la mano en el control previo. Discutible. Pero nada que no cambie el signo general de un partido dominado por las paradas de un gigantesco Víctor Valdés y por el saber estar de un Barcelona mayúsculo pese a salir a jugar con tan sólo seis titulares habituales. A falta de ocho jornadas, el Barça le saca ocho puntos al Madrid y sabe que, pase lo que pase en el Bernabéu, saldrá líder de su visita al ayer desvirgado feudo blanco.

Dio el Barça ayer en Villarreal un curso de lo que tiene que hacer un equipo que quiere ser campeón de Liga. Tiró de cantera y Thiago fue un jugador espléndido; necesitó que los habituales dieran la cara y Piqué y Valdés fueron decisivos; apeló al concurso de los secundarios y Mascherano estuvo imperial y, por último, recolocó a jugadores habituales y Busquets cumplió de central con nota sobresaliente. Y encima, con Xavi, Abidal, Puyol y Pedro inutilizados y Messi en el banquillo. Casi nada.

El Barça, tras conocer el fiasco del Madrid ante el Sporting sabía que ganando, la Liga le quedaba al alcance de la mano. Y no falló. Ganó por 0-1, ese resultado que se le afea últimamente por pobre, pero que ayer valió su peso en oro. Si fuera por concentración, el Barça ganó por goleada. Nadie se desvió un milímetro de lo que se esperaba de ellos.

La arenga. El día antes de partir hacia a Villarreal, Nando Parrado, sobreviviente del equipo uruguayo de rugby Old Christians que en 1972 sufrió un accidente de aviación sobrevolando los Andes donde estuvieron 72 días incomunicados y sobreviviendo a base de alimentarse de sus difuntos, visitó el vestuario culé y dio una charla a los jugadores hablándoles de la importancia del trabajo en equipo y la solidaridad. Poco después, Abidal visitaba el vestuario en el último entrenamiento antes del partido y les pedía que ganaran por él. El resultado fue la máxima concentración por parte de todos.

Valdés, capitán del equipo ante la ausencia de Xavi y Puyol, fue el que incendió la cuestión. El que puso los puntos sobre las íes. El mejor del partido porque sin sus paradones, el Barcelona no hubiera ganado ayer. Porque el Villarreal jugó para ganar. Disputó un digno partido dirigido por un Borja Valero estelar que se asoció con un Rossi tan dinámico como siempre y que si no marcó fue porque se encontró enfrente a un Valdés descomunal.

Y si el equipo empieza a coserse por Valdés y Piqué y Busquets ponen lo mejor de ellos, Adriano está atento como siempre, Alves es una máquina física y Mascherano ejerce de jefe...y así hasta el final, resulta muy complicado ganarle al Barça. Puede que tras el control con el pecho, el balón diera en el antebrazo de Piqué y que el árbitro no lo viera, pero la sensación de que no hay por donde meterle mano al Barça va más allá de jugadas puntuales. La LIga es una cuesta abajo para el mejor.