Liga BBVA | Athletic
El vestuario se blinda ante el chaparrón electoral
Los jugadores se quieren mantener al margen y vivir lo deportivo
La carrera por ser el presidente número 31 del Athletic (30 si García Macua repitiese en el cargo) no ha cogido desprevenido al vestuario. La plantilla del primer equipo rojiblanco, que era consciente de que la caja de los presidenciables podría destaparse en cualquier momento, se ha blindado para que nada de lo que ocurra en las próximas semanas desvíe un segundo su objetivo de la temporada: que no es otro que conseguir plaza para un torneo europeo.
En la caseta de Lezama habrían firmado que el pistoletazo de salida se hubiese dado más tarde, quizá coincidiendo con la Asamblea Extraordinaria del 11 de abril, pero una vez que ya hay fogonazo, a partir de ahora no habrá día sin alusión a las elecciones en el entorno rojiblanco.
Los veteranos del equipo han vivido otras campañas y saben lo crueles que éstos pueden ser: por ejemplo, en las últimas elecciones se enteraron por la Prensa del primer anuncio que hizo el actual presidente, cuando todavía era candidato, de poner en la calle a Sabino Padilla, médico del primer equipo, y a Txato Núñez, delegado.
Advertidos de que la carrera por alcanzar la planta noble de Ibaigane puede tener más de una zancadilla, los futbolistas se han trabajado una consistente coraza con un doble objetivo. Evitar estar en el centro de la diana y no ponerse del lado de nadie, aunque pueda existir afinidad. En las próximas semanas los jugadores escucharán de todo a su alrededor, pero no caerán en un posicionamiento del tipo Caparrós, que hace pocos días afirmó que "soy socio y votaré a García Macua".