El caso Vicente hará que se endurezca el régimen interno

El caso Vicente ha colmado la paciencia de Manuel Llorente. El presidente se ha dado cuenta de que las palabras se las lleva el viento cuando se escuchan en el vestuario blanquinegro y visto lo visto tiene la sensación que las sanciones económicas que se recogen en el régimen interno no 'pican' lo suficiente, o al menos no como para evitar que las salidas nocturnas de los jugadores, cuando no son permitidas, sigan estando a la orden del día. Por ello, de cara a la próxima temporada, el Consejo de Administración va a revisar al alza las multas a pagar redactando un nuevo régimen interno.

Ayer, el último protagonista de una polémica extradeportiva, Vicente Rodríguez, se reunió por la mañana con Unai Emery y por la tarde con Braulio Vázquez. "Yo no he hecho nada", decía el futbolista al abandonar la Ciudad Deportiva tras la primera cita con el entrenador. El centrocampista dio su versión de los hechos acontecidos el jueves de madrugada (le implican en una reyerta habida en la puerta de una discoteca a las 05:00, incidente en el que según él no participó, aunque sí presenció porque fue protagonizado por un amigo que le acompañaba). Digamos que cuando dice que no hizo "nada" se refiere a lo de pegarse, porque no por ello dejó de saltarse a la torera el régimen interno (la hora máxima que tienen los futbolista para estar fuera de casa habiendo entrenamiento al día siguiente es la una de la madrugada).

Entrenó con el grupo.

Vicente, a quien se le ha abierto expediente por incumplir los cógidos de comportamiento del vestuario, recibirá una sanción económica (entre 3.000 y 6.000 euros), aunque en ningún momento se planteó Emery ni tampoco Llorente o Braulio apartarlo del equipo al estilo Miguel. Vicente no es ni mucho menos reincidente y por ello se ejercitó como cualquier otro día (como por ejemplo hiciera el viernes tras la noche de autos) en la sesión de entrenamiento habida ayer por la tarde.

Pero, lo dicho, el incidente protagonizado por Vicente -aunque desde el club se quiere pasar página a este caso concreto- ha caído como una losa en la paciencia de los dirigentes. Hace apenas tres semanas, Llorente llamó a capítulo a hasta siete futbolistas por haber sido vistos en un lugar de ocio pasada la una de la madrugada (se les abrió expediente y deberán pagar una multa).

Tras aquella polémica (avivada porque Miguel llegó tarde al entrenamiento, siendo entonces apartado del equipo por reicindente), el presidente incluso convocó a la plantilla a un almuerzo, con el que amén de servir para exigirles la tercera plaza se buscaba también lanzar un aviso para navegantes de que iba a mirar con lupa su comportamiento hasta final del curso. Pero ni con esas. Sin que haya transcurrido un mes desde la última polémica (y tras haber habido varias a lo largo de la temporada), el vestuario del Valencia vuelve a ser noticia por asuntos extradeportivos, a lo que por si fuera poco se suma que el equipo lleva tres derrotas consecutivas y tras la última contra el Sevilla dejó en manos del Villarreal la tercera plaza.

Dealbert: "Cada uno será responsable de lo que haga"

Ángel Dealbert restó importancia a la polémica generada por la salida nocturna de su compañero Vicente Rodríguez y aseguró que lo fundamental es centrarse en los nueve partidos que restan para que el equipo acabe la Liga tercero. "Dentro del vestuario no se habla de las salidas nocturnas", destacó el de Benlloch, quien cuando se le cuestionó por la reiteración de este tipo de indisciplinas después del reciente caso de Miguel Brito, el castellonense afirmó que son cosas sobre las que él no puede opinar. "Nosotros debemos estar todos los días para entrenar, estar al 100% y después cada uno será responsable de lo que haga", agregó. Además, no quiso manifestarse sobre si es justo o no que algunos de estos jugadores que han cometido actos hayan entrado en las convocatorias del siguiente partido.