Munitis será entrenador

Viernes. 25 de marzo de 2011. Pasan 15 minutos de las seis de la tarde. Mientras casi la totalidad de la plantilla del Racing ya ha llegado a sus destinos para aprovechar el parón de Liga y pasar un fin de semana de asueto, Pedro Munitis aparece por La Albericia en chándal y rodeado de niños. Su nuevo hobbie se practica en el mismo lugar donde trabaja y casi vive. En el césped. El capitán, al que aún le queda cuerda, ha decidido formarse como entrenador y no quiere dar saltos en su preparación. Además de dar las clases del nivel I (son tres), realiza prácticas con el Escobedo alevín, donde milita su sobrino y donde se entrena su hijo. Su amigo Colsa, que tiene el primer nivel y parte del segundo, le ha contagiado. Ir a clase con Dani Cobo, de la Gimnástica, le motiva. Pero, sobre todo, le anima el cariño de los chavales. "Es un lujo tener un entrenador que ha sido y es tan importante", dicen orgullosos.

Esta decisión nada tiene que ver con su inminente retirada. Seguirá en el Racing con toda seguridad. Por mucho que acabe contrato el próximo 30 de junio y las cláusulas del mismo no sean claras. La idea de ir planificando su futuro es la clave. Así lo reconoce el delantero del Barrio Pesquero: "Me encuentro muy bien jugando, está siendo mi mejor temporada de las cinco que llevo aquí y me daría mucha pena dejarlo ahora. Ya hablaremos dentro de nueve partidos. No tiene nada que ver. Sólo me preparo para un futuro, que espero sea lejano".

Una revelación.

Las razones para que Munitis quiera ser entrenador son nuevas: "El gusanillo me acaba de entrar. No me lo había planteado antes. Comenzó a jugar mi hijo en el cole y empezó a picarme. Me apetece transmitir las experiencias y vivencias que he tenido y sigo teniendo como jugador. Además, este año fui a ver a mi sobrino, y como tengo amistad con el entrenador del Escobedo, Javier Toca, me ofreció echarles una mano. No lo dudé".

En estos inicios, el diez ya ha asimilado que el carnet tiene un alto precio. Entrenar es tener un puesto de trabajo. Con lo cotizado que eso está: "No pensaba que era tan complicado. Hay que ser muy serio. No te lo regalan. Lo mejor es que veo el fútbol desde otro punto de vista. Me está gustando mucho y me viene bien para jugar. Ha sido un descubrimiento y una liberación. Me apasiona. Creo que valgo más para esto que para estar en un despacho".

¿Quiere entrenar al Racing?, es la pregunta del millón: "No me pongo metas. De momento me basta con entrenar a chavales. El tiempo dirá lo que me va apeteciendo. Lo bueno es que tengo el apoyo de la familia. Lo que no me gustaría es irme otra vez de Santander. Para llegar a Primera hay que saber transmitir tus ideas. Un entrenador tiene que tomar todas las decisiones. Ahora les entiendo más. Yo no sería capaz en estos momentos de dirigirme a un equipo como el Racing. Hay que ser recto, ir cogiendo seguridad sin prisas, no engañar a nadie, ser fiel a uno mismo y no dar tumbos. Eso es, de lo que yo he vivido en un vestuario, lo que no me gustaría transmitir. No se puede contentar a todo el mundo ni hacer abusos de poder. Si hablas con el corazón tienes mucho ganado. No hay que imitar a nadie, aunque te empapes de buenos entrenadores. El primero, de Marcelino. Pero, insisto, siempre siendo uno mismo. Yo no podré entrar a un vestuario contando chistes...".