Un misil de Piti lanza al Rayo

Paso firme y contundente el que ha dado el Rayo Vallecano para regresar a la Liga BBVA. Los vallecanos, líderes ya de la categoría, se deshicieron de los verdiblancos gracias a un zurdazo inapelable de Piti cuando quizás menos merecía el tanto el conjunto madrileño y meten seis puntos de ventaja al tercero, el Celta. Aun así el equipo dirigido por Sandoval fue justo vencedor de un encuentro que dominó desde el inicio aunque no llegó a generar ocasiones claras. El Betis únicamente asomó la cabeza al inicio de la segunda parte, cuando Emaná decidió aparecer por Vallecas.

Sobraban alicientes para sentarse ante el televisor y ver el Rayo-Betis. Son los destacados de la Liga Adelante, Pepe Mel volvía a la que fue su casa y encima el Teresa Rivero 'modernizaba' su aspecto quitando esas vallas ancestrales más propias de un zoo que de un estadio de fútbol. Por si fuera poco, el liderato estaba en juego. El Rayo no estaba por la labor de dejar pasar la oportunidad y lo dejó claro nada más comenzar el partido. Los vallecanos tuvieron mayor peso desde el inicio con un Aganzo cansino como pocos en la presión y pícaro en los desmarques. Movilla lo tiene bien estudiado y por eso no dudaba en soltar balones a la espalda de la defensa del Betis.

No se producían ocasiones claras pero los madrileños llegaban hasta el área rival gracias a la buena movilidad del ataque. Y el Betis a la expectativa. Los de Pepe Mel apenas arriesgaban, más bien esperaban un despiste del rival. Así llegó el primer avisó verdiblanco. Más bien no fue un despiste sino perseverancia por parte de Emaná, que hasta que no robó un balón en zona peligrosa no paró. El camerunés puso la guinda con un gran taconazo pero Jorge Molina apuntó mal. Minutos después, el alcoyano se desquitó con una galopada por la banda pero Amoedo Chas, desacertado, echó por tierra una jugada que ya olía a gol.

De ahí al descanso el Rayo elaboró más en busca del resquicio verdiblanco y llegó incluso a mascar el tanto en los últimos minutos. Por fin Coke pudo romper por banda y a punto estuvo de asistir en la primera internada. Solo faltó más acierto por parte de Movilla en el remate. El centrocampista tendría otra oportunidad al filo del descanso pero su disparo envenenado lo repelió Casto.

Uno debía faltar el respeto al otro. Lo necesitaba el partido urgentemente y fue el Betis el que se lanzó a la aventura con dos ocasiones claras al inicio de la segunda parte pero Casado fue un muro en los dos intentos. La primera fue una buena triangulación entre Beñat, Emaná y Jorge Molina, pero su disparo se estrelló en el lateral zurdo. En la siguiente jugada Ruben Castro cabeceó de forma impecable pero de nuevo Casado hizo de escudo, esta vez en la misma línea de gol.

El Betis se lanza al ataque pero Piti azota

El Betis remaba ahora con ritmo gracias a Emaná, que es como el Guadiana y aunque a veces no esté siempre se le espera. De las botas del camerunés brotaron los mejores pases del Betis pero sus compañeros no supieron aprovechar los regalos. Y como dicen los tópicos, eso en el fútbol se paga. Cuando peor estaba el Rayo, cuando parecía muerto en el centro del campo, Piti se inventó un auténtico golazo desde la frontal. Una pelota mal despejada por la zaga andaluza cayó a la altura del catalán, que sin pensarlo la empalmó desde la frontal y entró como un misil por la meta de Casto.

Cuando menos lo merecía el Rayo Vallecano rompió el marcador y Sandoval aprovechó para hacer lo que tenía pensado antes del premio. Hacer del centro del campo un bunker acorazado dando entrada a Míchel y Yuma, que entraron por un desfondado Movilla y un hiperactivo Aganzo. Mel buscó la reacción con Lopes, que ingresó por Jorge Molina. Ahora Rubén Castro iba a ser el nueve y Lopes iba a caer más a la banda.

Aunque la alegría de Piti se vio enturbiada por culpa de una lesión que le obligó a marchar antes de tiempo. Por él entró y debutó Lass, descarado durante los minutos que dispuso. El Teresa Rivero esperaba el arreón final del Betis pero los rayistas anestesiaron al rival y dieron un paso más, éste firme y contundente, para regresar a Primera.