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Clasificación Eurocopa 2012 | España 2 - República Checa 1

Villa, salvador y recordman

Sus dos goles acabaron con la ultradefensiva Chequia y el récord de Raúl. Mal principio y buen final, liderado por Iniesta. Torres está fuera de onda

Luis Nieto
<b>Y MARCÓ VILLA. </b>Villa consiguió superar el récord de Raúl con España. Ayer marcó y así lo celebraron sus compañeros. El último gol de Villa había sido en octubre.
Y MARCÓ VILLA. Villa consiguió superar el récord de Raúl con España. Ayer marcó y así lo celebraron sus compañeros. El último gol de Villa había sido en octubre.

Lo merecieron España, Villa, Iniesta y Granada, porque jugar allí fue como hacerlo en el paraíso. Y cayeron Chequia, siempre acuartelada, y el reinado goleador de Raúl. Pero resultó un triunfo fatigoso, entorpecido por un magnífico Cech, un golpe de fortuna de Plasil y una inusual falta de pericia ofensiva. A la Selección no le sobra tanto como le ha hecho creer el Mundial.

España amaneció y anocheció como un tiro, agigantando la figura de Cech, pero se perdió en el camino. Del Bosque metió el implante de Navas en esta juerga del tiqui-taca, obligado por el extravío de Torres (un tiro a gol en los últimos cinco partidos), que salió luego sin justificar por qué sigue por delante de Llorente en la rotación. Un retoque en el plan de urbanismo que mandó a Iniesta a la izquierda, bueno ahí, en la mediapunta y en el centro geográfico del infierno si le pusieran, pero que le restó a España profundidad.

El tiqui-taca viene a ser la jugosa mezcla de la distracción y la sorpresa. España se embobó en la primera sin encontrar la segunda durante una hora. No abundaron los desmarques de ruptura ni el galope de los laterales. Fue un dominio sin sal.

Chequia es una selección a la que se le ha pasado el arroz. Sus estrellas están marchándose y sus promesas aún no han llegado. Después de dos años en que todo andaba manga por hombro, ve el final del túnel en el orden y la abnegación. Eso no la hace brillante pero sí antipática. Así que enjauló a Villa entre sus centrales y Hübschmann y procuró que el centenario Xavi no encontrase por dónde respirar.

Centenario. Xavi es el fútbol de atajos, el fútbol jugado con sencillez, la música y la letra de esta España (podría pedir derechos de autor) y el partido pasó poco por él. Una noticia horrible. Y a la congestión se sumó un zurdazo repentino y traicionero de Plasil que empeoró sus intenciones en cada metro de vuelo rasante que recorría hasta ponerse imposible para Casillas. 0-1 en el único disparo checo, desde fuera del perímetro de seguridad, y un partido con espinas por delante.

Pero antes y después hubo dos acometidas feroces, bien resueltas por Cech, primera figura por algo. Iniesta, Villa y Capdevila tuvieron el gol en los primeros cuatro minutos. Y Villa, por dos veces, en los tres anteriores al descanso. El meta y la resistencia sobrenatural del récord de Raúl lo estropearon todo.

Entonces Del Bosque agitó el árbol. Entró un Torres sin ángel y se fue Xabi Alonso, lo que dejó a Busquets como único mediocentro, a Iniesta y Xavi como pareja de reparto y a Villa como ala izquierda. Una mejor aerodinámica que no tuvo efecto inmediato. Después se marchó Capdevila y llegó al partido Cazorla. Más manejo y menos protección. Y ahí, jugando a la tremenda, a ratos con cinco atacantes, hubo respuesta: dos remates ajustados, de Villa e Iniesta, que salieron cruz por un palmo, otro de Navas que adivinó Cech y, finalmente, el gol de Villa, que bordeó el área, se abrió hueco con el amago y superó al meta y a sus fantasmas. Raúl destronado.

Y tres minutos después se fue Chequia a la lona, en un penalti de Rezek a Iniesta que tampoco dejó escapar Villa. Iniesta, que sigue en los cielos, se nos apareció otra vez y el camino a la Eurocopa se volvió cuesta abajo.