El Girona busca revivir la llama de la euforia en Montilivi

Es un día marcado en rojo en el calendario. No desde el principio de curso, sino sobre la marcha. Las últimas tres derrotas seguidas han bajado de la nube a un Girona que después de saborear las primeras posiciones sufrió un impacto de realidad. Aprendida la lección, el calendario no ayudó -Betis y Valladolid- pero la visita del Albacete no permite excusas.

El conjunto manchego anda desorientado desde hace tiempo y la respuesta a la salida por la puerta de atrás de la gran esperanza, David Vidal, es una incógnita. Su necesidad contrasta con la ambición del Girona. El globo de la euforia que despertó el equipo en la ciudad no se ha pinchado pero va perdiendo altura y esta jornada es ideal para darle un nuevo empujón hacia las nubes. Para lograrlo es indispensable romper dos rachas: tres semanas sin puntuar y tres partidos sin marcar. Los delanteros Despotovic y Peragón y el centrocampista Jandro son el triángulo mágico y su inspiración se ha echado en falta. Entonados, el empujón sería de juego y de resultados.