Lissavetzky se niega a negociar bajo presión

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, se sigue mostrando inflexible, como se mostró en el programa El Larguero de la Cadena SER, a la hora de valorar un posible cambio en la Ley Audiovisual que se aprobó el año pasado para eliminar la obligatoriedad del fútbol en abierto: "No se puede hacer un cambio en dos días. Nuestras puertas siguen abiertas. Siempre me he mostrado receptivo a la hora de negociar, pero no bajo presión o amenaza. Recuerdo que los clubes deben a Hacienda 694 millones de euros y además me pregunto los motivos para que ahora tomen esta decisión. En el apartado de las quinielas y de las apuestas les he ayudado para conseguir las peticiones que solicitaban".

José Ramón de la Morena tuvo también, en la noche del martes, en la misma mesa al presidente de la Liga, José Luis Astiazarán, al responsable del sindicato de los jugadores, Luis Rubiales, y al presidente del Getafe, Ángel Torres. Lo más novedoso fue el protocolo que enseñó el máximo responsable del deporte y que le había enviado la Liga de Fútbol Profesional como clave para acabar con el conflicto. La intención es que mañana se devolverá el mismo, pero sin poderlo firmar ya que el primer punto hace referencia a la eliminación del fútbol en abierto.

Salvo Astiazarán, todos coincidieron en que el paro no era bueno para el fútbol y, por teléfono, el consejero delegado del Villarreal, José Manuel Llaneza, fue el más crítico con la decisión de sus compañeros.

Durante toda la jornada de ayer hubo trabajo intensivo en el CSD para buscar soluciones alternativas pero se puntualizó, en el apartado de la tele, que en los contactos de los clubes con los grupos parlamentarios no hubo ninguno que se mostrara partidario de la eliminación.