Liga BBVA | 29ª jornada
El carrusel
La Liga afronta su último tramo con un ritmo trepidante. El Barça no cede y superó al Getafe con autoridad y apuros finales. Algo similar a lo que le ocurrió al Madrid. Su puesta de largo en el Calderón fue grandiosa, pero luego tiró de Casillas para mantener la ilusión de recortar los cinco puntos que todavía le llevan los culés.
La 'solución Marchena' protege al Villarreal
El Villarreal había perdido consistencia en las últimas semanas. Lo había hecho, sobre todo, influenciado por el fuerte carácter ofensivo de su mediocampo. Bruno ya no era capaz de sujetar por sí mismo semejante entramado de futbolistas creativos y la solución de Garrido ha sido igual de salomónica que eficiente. Marchena, el guerrero, el central que salvó a Luis Aragonés ante Bosnia y aportó solidez después a la defensa de La Roja en la Eurocopa, ha infundido el empaque necesario jugando como centrocampista. Y no es la primera vez en su carrera. Ante el Bayer Leverkusen argumentó que era la pieza que echaba en falta el Villarreal. Y la victoria en San Mamés lo refrendó.
Campeones que nunca relucen su medalla
Hay logros que agrandan tanto la figura de sus actores principales que terminan por ensombrecer a la de sus secundarios. Rubén Suárez lo ejemplifica. El mediapunta asturiano del Levante, hijo del ex jugador del Sporting Cundi, fue campeón del mundo Sub-20 en Nigeria junto a los Aranzubía, Casillas, Xavi o Marchena. Ocurrió en 1999. Todos situamos la mocedad entonces de éstos últimos, pero cuesta más ubicar entre ellos a Rubén. Quizá porque su carrera discurrió luego en Segunda, lejos del brillo de sus compañeros, y no ha sido hasta ahora que disfrutamos de él en Primera. Pero, a sus 32 años, por fin resuelve partidos en la élite. Como ayer. Y es todo un premio.
Bojan y el riesgo de ir a otro ritmo que el real
La vida tiene su ritmo, a veces frenético y otras pausado, en ocasiones fugaz como un rayo y otras manso cual lago. Asumirlo es fundamental. Quien tarda en madurar o aquel que lo hace antes de tiempo acaba por tener problemas. Bojan hizo algo de esto irrumpiendo con pompa en el primer equipo del Barça con sólo 16 años. Desde entonces, fue un niño entre hombres, un alumno entre maestros. Es más, su capacidad como meritorio ha fluctuado entre elogios y dudas, sobre todo últimamente. Frente al Getafe llegó a su partido 100 con 20 años. Y marcó. Sirva como espejo que a su misma edad Villa aún se hacía un hueco en el Sporting y Llorente era suplente en el Athletic. Dos ejemplos de que el tiempo es un tesoro. Y al de Linyola, si algo hay que le quede al de Linyola, es tiempo.
Hércules: retos inabarcables
El Hércules es novato en la categoría, que nadie lo olvide. Es más, entre su anterior experiencia en Primera y la actual pasaron 13 interminables temporadas, seis de ellas penando en Segunda B. Un cambio drástico que no es fácil de digerir y que ha terminado por atragantársele en el peor momento. Pasar de jugar en el Stadium Gal ante el Real Unión a hacerlo en el Camp Nou y el Bernabéu es tan ilusionante como abductor. El Hércules entendió por eso esta oportunidad como la ocasión perfecta para crear de la nada un proyecto grandilocuente. Llegaron fichajes como Trezeguet, Valdez y Drenthe y el primer paso fue la victoria ante el todopoderoso Barça. Algo estelar, pero engañoso. Esa no es la historia que corresponde a un recién ascendido y el destino no le ha perdonado por ello. Sus estrellas se han ido desentendiendo al notar problemas y Esteban tampoco ha tendido una cuerda lo suficientemente tensa como para rescatar a su equipo. Ante Osasuna la situación tocó fondo. ¿Y ahora? Ahora es necesario un milagro...
El carisma que facilita un líder como Kanoute
Kanouté tiene alma de líder. Su espíritu solidario le ha hecho ser protagonista de varias campañas a favor de las causas humanitarias e incluso ese generoso talante le llevó a pagar de su bolsillo la construcción de la mezquita de Sevilla. Una fuerte identidad que también traslada al césped. Sobre su espalda sacó un meritorio empate el equipo de Manzano la semana pasada ante el Barça y de nuevo bajo sus doctrinas triunfó ayer el cuadro hispalense en Mestalla. No hay decisión errónea entre las que toma, tampoco riesgos innecesarios, ni mucho menos síntomas de nerviosismo cuando la tensión aflora. El Sevilla necesitaba un líder para resurgir y lo tenía muy claro. Debía ser el de siempre. Kanouté, el carisma de África.
¿Tanto cambia el fútbol ayudado por la tecnología?
El fútbol mantiene un espíritu añejo que choca con el progreso de la ciencia, de la sociedad, del día a día en que vivimos. Para preservar esa virginidad cierra con candado sus reglas, únicamente alterables por la International Board, un comité de sabios que integran a partes iguales desde 1886 la FIFA y las Federaciones de Gales, Escocia, Inglaterra e Irlanda del Norte. Esa impresión de viejo club selecto confronta con la opción de que se adopte la tecnología para dilucidar jugadas polémicas, algo que ya ocurre en fútbol americano, tenis o baloncesto. Es loable que este deporte se mantenga puro. Así ha funcionado siempre y así seguirá haciéndolo. Pero en supuestos goles fantasma como el del realista Ifrán en Santander al menos serviría de apoyo. Justicia frente a costumbres. El debate seguirá en la calle.
El personaje: Casillas. Iker voltea la sabia teoría de Di Stéfano
Los porteros tienen sus rituales, sus manías, sus métodos. La mayoría de ellos asocia la suerte de sus intervenciones a este tipo de aspectos. Eso les humaniza. Saben que, quien más quien menos, falla a lo largo de su carrera. De hecho, muchos son para siempre víctimas de alguno de esos errores, como Arconada en la Eurocopa del 84, Molina en la de 2000 o Zubizarreta en el Mundial del 98. Pero en un gremio tan singular también hay cabida para los genios. Y Casillas se destaca entre ellos. Tan capaz de decantar partidos para el Madrid o la Selección como el resto de estrellas del equipo. Decisivo en sus intervenciones en la misma proporción con la que los delanteros marcan y los centrocampistas crean. Su exhibición en el Calderón fue una más. La enésima. Di Stéfano pidió en su día a los guardametas de forma sabia que "al menos no metan en la portería aquellos balones que van fuera". Iker constituye todo lo contrario a este pensamiento. Él saca, y de qué manera, todos los que van dentro.
Víctor Sánchez jugó cedido
Víctor Sánchez, jugador del Getafe cedido por el Barcelona, jugó en el Camp Nou sin problema. En esta ocasión no existió esa cláusula que a veces firman los equipos para que ninguno de sus cedidos actúe ante ellos. Verle motivado ante sus ex compañeros es también una forma de evaluarle.
Metamorfosis de Mendilibar
Osasuna está imparable. El cambio en el banquillo le ha sentado de maravilla. La llegada de Mendilibar ha reactivado a la plantilla y hombres como Kike Sola, Cejudo o Camuñas destacan. Y es que la confianza lo es todo.
Koke mejora al Atlético
Quique vio mejorar al Atlético cuando entró Koke en el campo. Tiago necesitaba un socio para generar fútbol y el canterano, al igual que lo venía haciendo en los últimos partidos, fue con quien mejor se entendió. Su problema es que salió tarde.
Recio sigue brillando en el mediocampo del Málaga. La gran apuesta de Pellegrini, nuevo internacional Sub-21, volvió a hacer un partidazo ante el Espanyol.
El Almería jugó en Gijón vestido del Oviedo y de ahí la enérgica entrada que tuvieron los de Preciado, ayudados, además, por una mano de De las Cuevas previa a su gol.