Rakitic golpea al Valencia

El Sevilla supo pescar en la depresión valencianista con un partido inteligente que se le pudo escapar cuando se volvió loco pero ahí apareció Javi Varas para frenar al Valencia en una actuación sensacional y, de paso, reivindicarse porque en él los andaluces tienen guardameta para rato. También se consagró Rakitic como uno de los mejores fichajes del mercado invernal, con otro gol de oro que llegó justo cuando los locales mejor estaban y se habían estrellado dos veces con los palos y varias más con un gran Varas.

Los dos equipos se sabían flojos atrás por lo que el combate se iba a decidir en la pegada y fue Rakitic el más preciso, aunque antes lo pudieron hacer Negredo, Jonas, Soldado o Navas lo que le hubiera dado al marcador más lustre de lo que reflejó al final. Pero surgieron Guaita en la primera parte y Varas, en la segunda, para tapar los agujeros que dejaban sus zagas. Para que no faltara de nada, Velasco Carballo pasó por alto varios penaltis, dos claros de Dabo a Joaquín y algunos manoteos por los dos bandos dentro del área más discutibles. Cuando vienen mal dadas, vienen de verdad y al Valencia, desde lo de Gelsenkirchen, nada le cuadra.

La primera mitad fue sevillista porque el mejor local sobre el césped fue Guaita, una peligrosa costumbre que resume lo que pasó y justifica los pitos de la grada al descanso. Tras dos decepciones seguidas, se esperaba una reacción valencianista pero los de Emery fueron planos y sólo las arrancadas de Joaquín generaban algo. En una de ellas Dabo lo placó pero el colegiado no consideró suficiente el vistoso agarrón. Un remate de Soldado y una clara ocasión de Jonas fue lo más peligroso de los ches, que atrás volvieron a sufrir con la velocidad de Navas y la potencia de Negredo, al que frenó el poste.

Delanteras. En un duelo en mano de las delanteras, los andaluces golpearon más, pero no lo suficiente para tumbar a Guaita. Para ello contaron con la colaboración de Rakitic, mejor surtidor de balones que un Tino Costa muy apagado. Viendo que su equipo no arrancaba, Unai dio entrada a Banega y el Valencia lo agradeció empezando a encadenar juego y a elaborar sus llegadas.

Durante veinte minutos el campo se volcó hacia el área del meta sevillista que se multiplicó para pararlas de todas las maneras imaginables. Su buen hacer se alió con los palos pues Jonas y Mata vieron como sus remates se estrellaban en la madera. La alegría ofensiva conllevaba correr riesgos atrás y eso lo aprovechó el Sevilla para lanzar varias contras. En una de ellas, Rakitic pescó un balón suelto e hizo el 0-1 que sostuvo Varas hasta el final, pues su última parada salvadora fue en el minuto 93.

El detalle: Los nombres, en japonés

El Valencia quiso mostrar su respeto con los fallecidos y su solidaridad con el pueblo japonés y, por ese motivo, sus jugadores salieron con el nombre rotulado a la espalda en japonés. Además, se guardó un minuto de silencio.