"No podemos fallar frente al Girona"

Lo primero, ¿cómo se encuentra de su lesión?

No estoy a tope, pero me encuentro mucho mejor del dolor en las costillas y físicamente estoy bien. Tengo muchas ganas de poder jugar y ayudar al equipo en lo que pueda.

Pero, ¿qué posibilidades reales hay de que juegue mañana frente al Girona?

Creo que tengo un 90%, ya no hay marcha atrás, no pienso en la lesión y si juego no habrá excusas, estaré al cien por cien para entregarme.

El año pasado sufrió usted algo parecido, empezó siendo un golpe y luego se complicó mucho, ¿puede tener alguna similitud con el contratiempo de este año?

Los doctores han hecho todas las pruebas, sólo es el golpe, pero mi evolución ha sido más lenta de lo normal. No tiene nada que ver con lo del año pasado, gracias a Dios.

¿Cambia mucho la semana jugando en lunes?

Se hace larga, pero tenemos algo a favor y es que conoceremos todos los resultados de nuestros rivales. Además, a mí me gusta la hora, aunque no tanto el día.

¿Piensa que el partido de mañana es clave?

En estas tres o cuatro próximas jornadas se va a ver por lo que quiere luchar el equipo. Si mañana perdemos nos alejaremos bastante, si ganamos, estaremos en la pelea. No se nos pasa otra cosa por la cabeza que no sea ganar.

¿Cómo piensa que ha asimilado la plantilla el tropiezo del pasado fin de semana?

Sabemos que tenemos poco margen de error. La plantilla tiene claro que no puede fallar mañana.

Por unas cosas u otras ha estado usted reñido con la banda derecha, ¿me imagino que tendrá muchas ganas de volver a jugar en su puesto?

Sí. Tengo muchas ganas, primero de volver a jugar, y luego de hacerlo por la derecha. Nauzet ha estado sensacional todo el año por lo que me he visto desplazado a la izquierda. Son circunstancias y debo aceptarlo con naturalidad.

¿Qué le falta a este equipo para aspirar definitivamente al ascenso?

Si encadenamos buenos resultados, seguro que en el playoff seremos un equipo muy peligroso porque llegaremos de menos a más. Hemos hecho buenas incorporaciones, tenemos los minutos muy repartidos. Si entramos, sin duda, seremos un rival muy peligroso.

Pero en casa, a pesar de haber ganado muchos partidos, el equipo sigue jugando a arreones.

Nos gustaría tener un mejor nivel de juego, más constante. Somos un equipo que va más con el corazón que con la cabeza. Eso de momento nos está valiendo para sacar los partidos en casa, pero es evidente que necesitamos más estabilidad.

Usted ha tenido alguna temporada de muchos partidos acumulados, ¿de qué forma le puede afectar esto a Guerra?

Yo soy un jugador distinto, pero no creo que a él le pueda afectar, es fuerte y tiene muchas condiciones. Además tendrá que acostumbrarse a jugar miércoles y domingo porque seguro que pronto jugará en un grande.