"Elegí lo mejor ante un meta que me conocía"

El interior gallego tiene como costumbre deleitar a la afición del Sporting con regates imposibles, centros medidos, disparos acertados y goles, muchos goles. Desde su llegada a Gijón se ha convertido en uno de los referentes goleadores del equipo de Manuel Preciado. De hecho la pasada temporada fue el máximo goleador del equipo y esta misma campaña, si nadie lo remedia, lo será de nuevo. Pero si hay algo que se le da especialmente bien al pontevedrés son los penaltis. La pena máxima no tiene secretos para el diecisiete del Sporting.

Lanzador letal. Desde que la pasada campaña se erigiera en el encargado de ejecutar el disparo desde los once metros no ha fallado ni uno, nueve de nueve. Por la derecha, por la izquierda o por el centro, sus golpeos siempre acaban en la red del equipo rival. Diego Castro conoce a la perfección al portero que va a tener en frente cada domingo. En el último partido de Liga ante el Villarreal sabía que Diego López, con sus 196 centímetros de altura es un duro contrincante. Por eso escogió la manera más complicada y su vez menos esperada para ejecutar el lanzamiento. Panenka se vistió de rojiblanco y el meta amarillo no pudo más que observar como el balón entraba en su portería. Gol y empate a uno en el marcador en el último minuto y el Sporting volvía a Gijón con un punto que le sabe a poco.

Pero no es la primera vez que lo hace. La temporada pasada Ricardo, portero del Osasuna, sufrió otro penalti similar, con empate a dos goles en el marcador y en el minuto 80. Sangre fría y sin la menor intención de mofarse del contrario. El propio jugador resume su lanzamiento como "la mejor opción ante un portero que te conoce, sabe por donde vas a tirar y además también es un parapenaltis".

No era la primera vez que Diego marcaba ante su tocayo y desde los once metros. En la primera vuelta también se vieron las caras y de nuevo Castro venció a López. Otros porteros como Asenjo, Diego Alves, Aouate, Doblas, Manu y Arnau han sido las víctimas de la eficacia del rojiblanco, que con sus goles de penalti ya han reportado al Sporting doce puntos.