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Liga Adelante | Girona 0 - Betis 1

Una victoria de Primera

Castro marcó el gol del triunfo. Partido macho, por la lluvia, en el que supo fajarse bien el Betis. Los verdiblancos durmieron líderes a la espera del Rayo

<b>GOLEADOR OTRA VEZ. </b>Rubén Castro conduce entre defensas del Girona. Ayer no era el día de jugarla en el césped. Pero sí de cabeza, como logró el canario su decimosexto gol.
GOLEADOR OTRA VEZ. Rubén Castro conduce entre defensas del Girona. Ayer no era el día de jugarla en el césped. Pero sí de cabeza, como logró el canario su decimosexto gol.

En tardes así se ganan trozos grandísimos de ascenso. Tardes en las que el sudor se confunde con las gotas de lluvia, en las que la pelota parece de bádminton del tiempo que pasa en el aire; tardes para hombres de verdad en las que hay que ir sin reservas a por todos los balones y llegar al vestuario pidiendo una botella de oxígeno y un kilo de linimento. Todas esas virtudes acumuló el Betis y también su pegada, esta vez (otra vez) cosa de Rubén Castro. Sacó de Montilivi el equipo de Mel tres puntos que le permitieron dormir líder gracias a la tercera derrota seguida del Celta y a que el Rayo juega hoy y con mucha presión. Fue un triunfo grande, con sabor a Primera, aunque las circunstancias no dejaran al equipo verdiblanco y aún menos a su rival desplegar un fútbol mínimamente vistoso.

Fútbol casi jurásico, sobre todo en la primera parte, cuando más encharcado estaba el césped de Montilivi. No corría el balón cinco metros y ambos equipos supieron entenderlo perfectamente. Se vivieron 45 minutos de patadón y tentetieso, de patio de colegio. Fútbol sin rumiar en el que los pivotes, si no se fajan, pasan a formar parte del paisaje, puros elementos decorativos de poco que tienen la pelota en sus pies. Trabajó mucho Dorca en los locales, bien parapetados atrás, pero también se adaptaron al entorno Beñat y Salva, el primero atrapando la pelota y el segundo intentando, con tímidos pases interiores y algún disparo envenenado, crear el poco peligro que alumbró al Betis al principio. Tampoco anduvo el Girona para tirar cohetes. Naufragó Despotovic, al que le gusta mucho jugar de espaldas, y tomó la responsabilidad ofensiva el inquieto Peragón, que pudo marcar o provocar más bien el tanto al forzar un mal despeje de Dorado que Casto sacó abajo. Minutos después, el delantero vallecano creó la ocasión más clara de su equipo, casi la única, con un chut al palo que no se coló luego de puro milagro: primero, al rebotar en la espalda del portero bético y luego porque Isidoro la sacó en la línea de gol.

Menos agua, más Betis.

Durante el descanso amainó la lluvia y aprovecharon para achicar agua los operarios gerundenses. Tal vez creían que ayudarían así al juego de su equipo, porque al técnico local, Raúl Agné, también le gusta tocarla a ras de césped. Pero en esos asuntos, aunque no llegue a las cotas de comienzos de campaña, el rey sigue siendo el Betis, sobre todo ahora que cada día imita más a aquel equipo mandón que llegó a derrotar al todopoderoso Barça. Aprovechando la mejoría del terreno, el Betis tomó el mando nada más salir del vestuario. Beñat y Salva la tocaban, Emaná comenzó a sacarle partido a lo que antes eran unas arrancadas estériles y Rubén Castro, incansable en defensa y en lo que pudo de ataque toda la tarde, se hartó de tirarle desmarques a Migue y de tratar de chutarle a Santamaría, aunque el balón rara vez superaba a su marcador.

Las dos más claras las tuvo Achille, pero ambas sin remate, y el Betis siguió buscando el partido de la manera que más convenía a la climatología: faltas y córners, fútbol directo. En el primer saque de esquina que no botó Salva, sino Beñat, el vasco la colocó por fin en un lugar despejado del área y por ahí apareció Rubén. Gol (0-1, 78') con un movimiento de cuello de nueve caro y un remate inapelable: el mejor killer de los béticos ha vuelto a aparecer en el momento más necesario. Quedaban 10 minutos, pero la expulsión de Tébar aceleró la victoria verdiblanca, apenas inquietado Casto por recurrentes balones aéreos de los locales.

Vislumbra el Betis a Rayo y a Celta a la vuelta de la esquina, pero para llegar bien colocado a esa etapa reina debía de superar este puerto rompepiernas que era Girona y otro repecho llamado Salamanca, la semana que viene. De momento, a falta de lo que ocurra en Vallecas, el equipo de Mel ha coronado el primer puerto en inmejorable posición. Victorias así son de las que suben a Primera.

El detalle: Roqué, en la manga bética, dio suerte

Estrenaba el Betis homenaje a Miki Roqué, con el nombre y el dorsal (26) del catalán en las mangas de las camisetas. Dio mucha suerte al equipo verdiblanco, que lucirá así hasta final de temporada. El Girona también quiso animar a Miki portando su camiseta (en la imagen) antes del encuentro.