Tamudo pone a prueba a un apurado Ingeniero

Manuel Pellegrini atraviesa por sus horas más complicadas desde que se hizo cargo del Málaga. Bajo su batuta, el equipo no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado, transmitiendo sensaciones de dispersión con ramalazos de apatía e inseguridad. Lleva 17 jornadas como entrenador del Málaga, y 12 de ellas en puesto de descenso. Esta semana ha sido especialmente dura. El técnico chileno confesó en rueda de prensa : "Por dos veces puse mi cargo a disposición del club cobrando sólo hasta el último día trabajado", en teoría perdonaría lo que queda de temporada y dos más a razón de 2,5 millones de euros por campaña. Y Abdullah Ghubn, vicepresidente y mano derecha del sheikh Al-Thani (propietario del club), después de llegar al Málaga tras tres meses de ausencia, declaró: "Pase lo que pase en San Sebastián, confiaremos en el entrenador".

El polvorín malaguista contrasta con la bonanza que se vive en San Sebastián. La Real, con 33 millones de presupuesto (el Málaga anda por los 75 'abiertos', Ghubn dixit), está haciendo una temporada formidable, con el armazón del equipo que logró ascender, la pujanza de la rica cantera guipuzcoana y la experiencia del grandísimo Raúl Tamudo, que por cierto regresa al once inicial. No sólo ha huido de la zona fantasma, sino que frisa ese séptimo puesto que le transportaría hasta la Europa League. La pregunta es: ¿le da vértigo a esta Real de Martín Lasarte este inesperado y maravilloso reto europeo? Al Málaga de hace dos temporada de Antonio Tapia le pasó algo parecido. Los trenes, cuando se cogen, hay que asirlos con fuerza y decisión.