Mel quiere pescar en el Villarreal B o La Masía

Mel quiere un refuerzo, pero la economía bética no está para alegrías y la ley además pone trabas: dado que Roqué tenía ficha del filial, su sustituto deberá ser un futbolista que pueda ser inscrito con el Betis B y luego no tenga problemas para actuar en el primer equipo, es decir, Sub-23. Cualquier mayor de 23 años debe haber sumado 10 partidos con el primer equipo para poder actuar en él las últimas cuatro jornadas.

Existiría la posibilidad de dar de baja a Odonkor, pero debe contar con el beneplácito de un certificado médico firmado por el propio jugador. Dado que el alemán se rompió hace varios meses y sólo quedan tres de competición, la Federación podría poner trabas.

Con tales condicionantes, y con el hecho de que el entrenador pretende que el futbolista tenga ritmo y algo de experiencia en la categoría, lo más sensato sería pescar en los dos filiales de Segunda: Barcelona y Villarreal B. Ambos conjuntos (41 puntos) están prácticamente salvados y no pueden subir a Primera, con lo que no tienen urgencias. Otra cosa es que quieran dejar salir a algún jugador. Los castellonenses disponen de cinco futbolistas en esa línea, siendo Kiko Oliva y Carlos Tomás los más fiables, aunque éste último se ha lesionado en la rodilla. Dervite, Truyols y David Jiménez han jugado menos. En el Barça B, Bartra y Fontás, que han jugado con Guardiola, parecen una quimera. Muniesa y Sergi Gómez, que juegan menos, podrían foguearse en el Betis.

Calahorro sube al primer equipo

Juanito Calahorro, defensa del Betis B, se entrenará a partir de hoy con el primer equipo de manera definitiva hasta final de temporada por la baja de Miki Roqué. El defensa jiennense, de 23 años, ha alternado en el B las posiciones de mediocentro y central. Roversio tiene para tres semanas al sufrir una rotura fibrilar. Belenguer anda entre algodones y Arzu sólo ha demostrado ser una solución de urgencia para la defensa. La enfermedad de Miki Roqué deja la defensa verdiblanca como un auténtico cuadro, pues apenas Dorado se puede considerar un elemento de cierta fiabilidad en las 14 jornadas que restan todavía. "Y que no se resfríe", rezaba Pepe Mel, en lo que se puede leer como un alegato por la necesidad de fichar un central independientemente de lo que pueda rescatar en el Betis B. El rendimiento de Calahorro es una incógnita en esta Segunda, que enfila una vital recta final...