Reyes, Agüero y Forlán hacen soñar al Calderón

El Atlético de Madrid dio un importante paso en sus aspiraciones de estar la próxima temporada en competición europea ganando por tres goles a uno al Villarreal en el estadio Vicente Calderón. Los de Quique fueron merecedores de los tres puntos de un partido en el que dominaron a su rival durante gran parte de los noventa minutos. José Antonio Reyes , el mejor hombre del partido, abrió el marcador en el minuto cuatro con un golazo desde la frontal que queda para el recuerdo de los aficionados colchoneros. A diez minutos del descanso empató Rossi con un magistral lanzamiento de falta ante el que nada pudo hacer De Gea. Ya en el segundo tiempo, Agüero aprovechó un excelente pase de Filipe Luis para volver a dar ventaja a los suyos. Diego Forlán cerró el marcador poniendo fin a una sequía goleadora que duró siete partidos. Los del Manzanares duermen en posiciones de Europa League a la espera de lo que ocurra mañana entre el Athletic y el Sevilla. El Villarreal, pese a la derrota, sigue cómodo en puestos de Liga de Campeones.

Aunque en magnitudes diferentes, Atlético y Villarreal se enfrentaron en un partido marcado por la lucha por los puestos europeos. Mientras que los locales necesitaban los tres puntos para seguir enganchado al tren de la Europa League, los visitantes necesitaban la victoria para mantener el cómodo colchón de puntos que mantienen sobre sus principales perseguidores por alcanzar una plaza en la Liga de Campeones. Quique era consciente de la importancia del choque y salió con todo lo disponible. Los colchoneros no se podían permitir más derrotas en el Vicente Calderón y sus esperanzas se depositaron, una vez más, en la dupla atacante Agüero-Forlán. Los castellonenses, acostumbrados a desenvolverse en este tipo de encuentros con su característico fútbol de toque, no pudieron contar para la cita con los lesionados Cicinho, Senna y Ángel.

No se habían cumplido los primeros cinco minutos de partido cuando apareció Reyes para dar a probar a todos los presentes en el Vicente Calderón una ración del caviar que tiene en sus botas y que, por desgracia, ha ofrecido con cuentagotas durante su carrera. El utrerano colocó el balón en la escuadra derecha de la portería de Diego López con un zurdazo que servía para adelantar a los suyos en el marcador sin que nada pudiera hacer el meta visitante. El tanto dio paso a unos minutos de fútbol dividido en el que el partido careció de un dominador claro. Fue así hasta que en el ecuador de la primera mitad volvió a aparecer Reyes para marcarse una excelente jugada individual que acabó en saque de esquina cuando ya buscaba rematador en el corazón del área.

El Atlético de Madrid se acabó haciendo con el dominio de un partido muy dinámico en el que se mostró muy bien plantado sobre el césped, intenso en defensa y más incisivo de lo habitual en ataque. La frenética actividad de los hombres de Quique en el campo contrastaba con un Villarreal sin tensión que no lograba tener el balón, algo crucial en su estilo de juego. Los de Garrido lograron solucionar este hándicap poco después de la media hora con un lanzamiento de falta perfectamente ejecutado por Rossi desde la frontal del área y que sirvió, contra todo pronóstico, para devolver las tablas al marcador. Con la llegada del empate la balanza se niveló y ambos equipos convirtieron el tramo final del primer tiempo en un toma y daca constante por llevar la voz cantante. Se llegó al descanso con un Atlético que mereció más y con un Villarreal que iba de menos a más.

Tras el intermedio, el Atlético repitió el fulgurante comienzo que protagonizó en los primeros cuarenta y cinco minutos. Los de Quique salieron decididos a romper las tablas que campeaban en el electrónico con un ataque intenso comandado por el que a esas alturas ya se había erigido como el mejor jugador del partido, Reyes. Precisamente una genial asistencia del sevillano a Agüero significó la primera ocasión clara de gol de los locales en la segunda mitad. Mientras tanto, el Villarreal se encargaba de dejar claro que no estaba muerto con peligrosas visitas a las inmediaciones del área de De Gea. A veinte minutos del final los locales sentenciaron el partido con dos goles precedidos por jugadas dignas de enmarcar. Un preciso y precioso pase de Filipe Luis a Agüero sirvió para que el argentino lograra el segundo tras ganar a Musacchio en el cuerpo a cuerpo. Tan sólo dos minutos después, Reyes habilitó a Forlán con un pase entre líneas que sirvió al uruguayo para acabar con una racha de siete partidos de sequía.

El Villarreal no se dio por vencido y lo intentó hasta el final. Los amarillos se vieron obligados a subir la intensidad en ataque y lanzarse a tumba abierta a por un segundo tanto que les mantuviera vivo hasta el último suspiro. Los rojiblancos supieron jugar con el marcador a favor y entregaron a su rival la posesión del balón y la iniciativa en el juego con la idea de destinar todos sus esfuerzos a tareas defensivas y a montar el contragolpe aprovechando los espacios creados en la zaga del rival. Los de Quique consiguieron tres puntos que le sirven para dormir en puestos de Europa League a la espera de lo que ocurra mañana en el partido que juegan Athletic y Sevilla, dos de sus rivales por las plazas que dan viajar por el continente la próxima temporada. El Villarreal se fue de vacío, pero sigue asentado en puestos de Liga de Campeones.