El Huesca se convierte en el matagigantes oficial

Ya lo avisó Paco Herrera en la previa. "No me fío ni un pelo del Huesca". Visto lo visto, no le faltaba razón al entrenador celeste. El cuadro aragonés demostró en Balaídos que la goleada ante el Rayo Vallecano no fue fruto de la casualidad. Onésimo ya puede presumir de ser el matagigantes oficial de Segunda.

El encuentro se torció muy pronto para los intereses gallegos. No habían transcurrido ni tres minutos de juego cuando Gilvan botó un córner y Roberto envió el balón a la red. Esa jugada fue el preámbulo de lo que iba a suceder en la gélida noche de ayer. La fortuna se vistió de blaugrana desde el primer minuto hasta el último. El marcador del espigado delantero oscense, Álex López, se resbaló y le dejó el camino libre para rematar. Falcón detuvo el cabezazo en primera instancia y el palo escupió el balón después, pero el brazo del meta vigués acabó alojando el cuero en la red.

El tempranero tanto aragonés hizo que los olívicos cayeran en la precipitación y sufrieran un incomprensible ataque de ansiedad. El Celta quería llegar cuanto antes a puerta y le daba igual las formas. La paciencia no fue ayer su mayor virtud. El fiel reflejo de la desesperación celeste fue David. Desperdició dos mano a mano ante un Andrés que siempre le ganó la partida. De Lucas también tuvo el gol, pero su peor enemigo fue el palo derecho. Hasta en dos ocasiones se topó con ese poste.

Error arbitral.

Tras la reanudación, el cuadro olívico salió al campo con la intención de ser más cauto en sus ataques y no tirarse a tumba abierta. Sin embargo, las numerosas pérdidas de tiempo de los futbolistas blaugranas volvieron a desquiciar a los celestes. El árbitro también colaboró para la causa. Los gallegos pudieron haber empatado mediada la segunda parte, pero Valdés Aller no vio un claro penalti sobre De Lucas. Es más, amonestó al punta por simular en esa acción.

Con el tiempo cumplido, Gilvan sentenció el encuentro. O eso parecía, porque un minuto después David por fin vio puerta. Falcón subió a rematar la última jugada, pero la fortuna no iba vestida ayer de celeste.

Herrera "Seguimos sin estar maduros"

Espero que la lección de que no hay rival pequeño la hayamos aprendido. Es un partido para sacar provecho, porque aún no estamos maduros; nos desquiciamos con el árbitro. Eso sí, está claro que nosotros tenemos más mérito que los demás, porque sólo nos han pitado un penalti en toda la Liga. El árbitro estuvo muy contemplativo. Sin embargo, no vale como excusa para nosotros. Perdimos, porque fallamos cinco ocasiones muy claras de gol".

Onésimo "Es una victoria de prestigio"

Las bajas eran un condicionante, pero sabíamos que no eran excusa. El equipo estuvo a un nivel muy alto, aunque tuvimos errores defensivos de concepto, sobre todo en la primera parte y la fortuna acompañó. Después del descanso defendimos mucho mejor, tuvimos criterio en las acciones y demostramos que somos fiables. El Celta dejó claro que es el mejor equipo de la categoría. Para un club como el Huesca es una victoria de prestigio".