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Carling Cup | Arsenal 1 - Birmingham 2

El Birmingham alarga la maldición de Wenger

Un regalo de los 'gunners' en el 89' sentenció el partido.

<b>CAMPEONES. </b>Los jugadores del Birmingham celebran la conquista de su segunda Carling Cup de la historia.
CAMPEONES. Los jugadores del Birmingham celebran la conquista de su segunda Carling Cup de la historia.reuters

Iba a ser la final perfecta, la que cambiara la historia reciente del Arsenal. Sin embargo, puede convertirse en su pesadilla. La victoria del Birmingham en la final de la Carling Cup, el segundo trofeo de su historia y el primero desde 1963, vuelve a llenar de dudas al equipo que falla de nuevo en el último obstáculo. Si no se lleva la Champions o la Premier (y nadie debería descartarles), Wenger sobrepasará los seis años sin ganar nada y los que buscan explicaciones deben repasar el partido de ayer. El Arsenal venía de vencer al Barcelona o más recientemente al Stoke y sentía que los dioses estaban de su lado. Tras dos años de cocer a fuego lento su equipo, Wenger estaba dispuesto a recoger un fruto que le diera crédito ante las dudas de Cesc, de Mourinho y de parte de la opinión pública.

Sin embargo, sus futbolistas cometieron errores de todo tipo. No controlaron un encuentro ante un Birmingham que defendió en su propia área, jugó directo y se adelantó en un saque de esquina tras perder Koscielny el primer balón dividido y un remate final de Zigic.

Intensidad.

Tuvo el serbio una ocasión de oro al inicio de la segunda mitad y Szczesny podría haber sido expulsado tras una entrada a Lee Bowyer si el linier no hubiera pitado un inexistente fuera de juego previo. El Birmingham estaba jugando una final y el Arsenal se lo estaba pensando. Empató Van Persie, que terminó el partido lesionado y es duda contra el Barcelona, tras un excelente balonazo de Wilshere al poste y acabó a pies de Arshavin; con cuatro pasos dejó atrás a su marcador y el centro fue rematado de media volea por el holandés. El resultado reflejaba la fase dominante del Arsenal, que por fin empezaba a despertarse y a crear ocasiones.

Pero el fallo en el tanto de la victoria define al Arsenal. Balón largo y confusión entre Szczesny y Koscielny, que decidió a última hora ceder el balón al guardameta: a los dos jóvenes futbolistas les faltó experiencia y determinación. Imaginen a Hierro y Casillas en esa situación: hubiera acabado de otro modo. Obafemi Martins, que acababa de salir al campo, no se podía creer el regalo que dio el título a los suyos.