Liga BBVA | Hércules 0 - Getafe 0
Codina anula a Trezeguet
Tablas en un duelo con ocasiones para ambos equipos.
El partido estuvo acorde con el día que hizo ayer en Alicante. Muy extraño y sin mucho sentido. Amaneció lluvioso, viró a soleado a la hora del partido y terminó ventoso y frío cuando cayó la noche. El duelo entre Hércules y Getafe no tuvo un dominador claro, los dos tuvieron varias ocasiones claras para llevarse el partido pero al final acabó en tablas y todos salieron del Rico Pérez sin saber bien si el punto, aunque sudado y trabajado, era bueno o malo.
Quizás Esteban tuvo más motivos para lamentarse. Principalmente porque Trezeguet, un viejo rockero que necesita media ocasión para marcar un gol, ayer tuvo dos clarísimas, que mandó al limbo. Además, Codina le hizo un paradón a Portillo y Cristian estrelló un balón en el larguero, en el descuento. Cuantitativamente, el Hércules tuvo argumentos para marcharse a casa contrariado.
Pero también el Getafe pudo pensar que el inexpugnable Rico Pérez estuvo cerca de derrumbarse. Sobre todo, al final de cada tiempo. Rafa y Colunga coquetearon con el gol justo antes del descanso. Y en el descuento final, una vez que los alicantinos se quedaron con diez, el asedio del equipo de Míchel fue asfixiante e incluso pidió un penalti por mano de Fritzler que pareció clara.
Esteban apostó, por primera vez en todo el año, por sus dos arietes puros. Trezeguet y Portillo amenazan sólo con sus apellidos y Tote salió dispuesto a darles de comer. Sin embargo, fue Thomert, el espigado francés, quien tuvo la primera ocasión para abrir el marcador. Una buena jugada de Tiago por banda derecha acabó con un centro medido al borde del área pequeña. Allí, debería haber aparecido alguno de los dos killers del Hércules, pero no. Lo hizo Thomert, quien percutió con sus largas piernas, pero envió fuera.
Ida y vuelta. El Hércules llevaba el peso y el Getafe esperaba agazapado, confiado en que la velocidad de sus puntas era su mejor aval ante un rival mandón. Así, llegó la primera de Portillo que detuvo Codina y dio inicio así a su recital. Sólo Tote pudo batir al cancerbero azulón pero estaba en fuera de juego. Los minutos pasaban y, tal y como estaba en la libreta de Míchel, el Geta tuvo las suyas. Rafa no supo bien qué hacer con un balón que le llegó en el área pequeña, tras un córner. Y Colunga sí supo, en un contraataque, pero estrelló en el poste de Calatayud.
Tras el descanso, el duelo se convirtió de ida y vuelta, ideal para un pistolero como Trezeguet. Pero el francés desperdició ayer sus dos balas. La primera, impensable para él, con el balón franco, en la cabeza, y Codina vendido. Pero se la echó a las manos. Portillo volvió a intentarlo pero Codina fue su bestia negra. El Getafe lo intentó demasiado tarde.