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Liga BBVA | Mallorca 0 - Barcelona 3

El líder, en la isla de la calma

Al Barça le basta el oficio para domar a un dócil Mallorca. Messi, Villa y Pedro firmaron los goles barcelonistas. Los de Pep no notaron las bajas.

<b>DECISIVO. </b>Leo Messi celebra el primer tanto del Barça en el Iberostar de Mallorca, era el tanto que abría un cómodo triunfo
DECISIVO. Leo Messi celebra el primer tanto del Barça en el Iberostar de Mallorca, era el tanto que abría un cómodo triunfo

Lo que se adivinaba como una dura prueba para un Barça mermado acabó siendo un ejercicio de autoridad en el que el oficio de los blaugrana bastó para intimidar a un Mallorca que dio la sensación de no acabar de creerse que podía meterle mano al campeón. Un gol de cada uno de los delanteros del Barça (marcaron Messi, Villa y Pedro) decidió un partido que parecía más difícil sobre el papel de lo que finalmente acabó siendo.

Llegó el Barça a Palma con la mosca detrás de la oreja y salió muy reforzado. Primero porque demostró que el fondo de armario no desentona cuando se le necesita. Valga como prueba la actuación de dos secundarios habituales como Adriano o Keita, que realizaron un partido estupendo. Además, Pinto volvió a dar una gran sensación de seguridad en el marco teniendo en cuenta la salvedad de que le dispararon muy poco e Iniesta asumió su papel de líder haciendo de Xavi con una solvencia insultante.

En las botas del manchego estuvo todo el partido. Andrés movió el encuentro al ritmo que le pareció más oportuno en cada momento. flanqueado por un Keita incansable y por un Busquets estelar, el Barça tardó en hacerse con el control del partido los quince minutos que tardaron los centrocampistas del Barça en asentarse sobre el terreno de juego.

Cierto es que, de salida, el Mallorca buscó la portería de Pinto y las apariciones de De Guzman desde la segunda línea y la velocidad de Nsue crearon algún problema a la zaga barcelonista. Fuegos de artificio. El partido acabaría cayendo del bando blaugrana como fruta madura.

Messi, otra vez.

Fue el argentino quien encarriló el partido después de haber fallado a la media hora de juego un gol claro ante Aouate. De esa jugada podía desprenderse que a Leo empezaba a afectarle la ansiedad de no haber visto puerta en los últimos partidos. Falsa ilusión. A la siguiente oportunidad que tuvo, y que era mucho más complicada que la primera, no perdonó.

Fue un gol que significó mucho, el del argentino. Premiaba la paciencia del Barça a la hora de tocar el balón y ponía el foco en el acierto de Keita, que fue capaz de dar una asistencia digna del propio Xavi. La resolución con una vaselina de cabeza, fue marca de la casa del mejor jugador del mundo.

Con el marcador a favor, el Barça se creció y el Mallorca, a diferencia de lo que pasó en el Camp Nou en la primera vuelta, se deshizo como un azucarillo. La segunda parte fue un monólogo culé.

Villa, en una nueva jugada de tiralíneas en la que rozaba uno de esos fueras de juego que nos hacen la semana mucho más entretenida, marcó el segundo del Barça y su gol número 21 en lo que va de temporada. Los mismos que marcó Ibrahimovic a lo largo de todo el curso anterior.

Con el Mallorca ya totalmente entregado, el Barcelona convirtió el partido en un rondo gigante y los locales apenas vieron la pelota a pesar de los cambios de Laudrup. Por si fuera poco, Pedro, que no tenía su mejor tarde, acabó marcando un golazo desde lejos. El terrible partido que se dibujaba, acabó siendo una plácida tarde en la Isla de la Calma.