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Reyes

"A Quique no se le valora lo suficiente"

El utrerano repasa la actualidad rojiblanca justo antes de enfrentarse a uno de sus exequipos, el Sevilla. Defiende a capa y espada a Quique, quien le recuperó. Además, asegura que se siente castigado por las patadas rivales, aunque advierte que no se amilanará y seguirá siendo igual.

Reyes.
jesús rubio

Queda mucha Liga, pero en el ambiente está que el sábado se juegan más que tres puntos.

Es cierto que queda mucho, pero este es un partido importantísimo. Ambos estamos muy igualados y estamos luchando por lo mismo.

¿Y para usted es especial jugar contra el Sevilla, su ex?

Lo es porque jugué allí y es un partido que me gusta mucho jugar. Aunque en realidad lo hago como con cualquier otro.

Pero no me negará que alguna llamada ha recibido.

Muchas. Siempre hay mucha gente que me llama, siempre hay un poco de guasa. Eso no es malo.

Le espera un Sevilla contundente y el arbitraje de Mateu Lahoz, que deja jugar. ¿Le preocupa?

En absoluto. Todos conocemos al Sevilla. Es un equipo muy sólido, un bloque muy fuerte. No te puedes quedar con uno, con Luis Fabiano o con Kanouté, el bloque es su valor. Lo importante es que nosotros salgamos enchufados desde el principio, como en Zaragoza. Entonces dará igual incluso el árbitro.

Usted es el segundo jugador que más faltas ha recibido en el Liga, 77. Tres menos que Callejón. Sinceramente, ¿cuando llega a su casa tras un partido cómo se siente?

A veces te duele todo. Te sientas y te acuerdas de aquella o la otra jugada, pero es lo que hay. Esto es fútbol. De todas formas luego escuchas debates interminables sobre que si a Cristiano le pegan más que a Messi o viceversa. Pero creo que ellos no aparecen en los puestos más altos de esa clasificación. Las estadísticas están ahí y en mis piernas, pero creo que en realidad eso es un dato anecdótico que le gusta sobre todo a los periodistas.

¿Entonces?

Que las patadas no me van a hacer cambiar mi juego. Es mi estilo, concibo el fútbol así y creo que a mucha gente le gusta. Mi intención es hacer el juego atractivo, es lo que quiere ver el espectador que paga una entrada. Me debo a ellos y a mi equipo.

Cierto es que eso hace que no sea usted muy querido por algunos rivales, destapa sus vergüenzas...

No me importa tampoco. Debo ser fiel a mí mismo y a este juego.

¿Cree que en el fútbol se ha ido perdiendo esa figura del regateador?

Igual se ha ahogado un poco a esa figura. El fútbol ahora se dirige hacia otras cosas. Se buscan jugadores más fuertes, más potentes, que no paren de correr de un sitio a otro.

¿Cree que han perdido libertad?

No me atrevería a decir tanto porque es evidente que los equipos necesitan que todos trabajen, que defiendan. Yo me esmero para cumplir ahí también. Lo que pasa es que a veces ese esfuerzo se paga, te resta chispa.

Lo que está claro es que la capacidad para el desborde en el uno contra uno, el regate, es algo con lo que uno nace.

Con el regate se nace, pero hay que trabajar esa intuición.

¿Y a quién admiraba usted con esas características?

Mi ídolo, en cierta medida, era Rivaldo. Un jugador completísimo que tenía una calidad técnica impresionante y además un golpeo soberbio. Era un placer verle jugar, un fantástico futbolista que tuvimos la suerte de ver en España.

Y zurdo como usted. ¿Donde hay un zurdo, hay talento?

(Risas). Eso dicen. Rivaldo, Messi...

Y hablando de perfiles. Con Quique usted, casi siempre, juega por la derecha. ¿Le gusta más?

Me siento cómodo ahí, pero también por la izquierda. Para mí no es un problema jugar por uno u otro lado.

Al principio de temporada nos decía usted que empezaba usted mejor que nunca. Había vuelto de las vacaciones más delgado y con muchas ganas. En este periodo de malos resultados del equipo a usted, sin embargo, se le veía rendir. ¿Qué balance hace hasta ahora?

Me encuentro con mucha confianza y lo que he observado es que no he tenido un bache pronunciado. Aunque creo que si al equipo no le salen bien las cosas, de nada vale lo que tú individualmente hagas. Lo importante es el grupo.

Usted que conoce muy bien a Quique y con el que tiene un especial vínculo, ¿nos podría decir cómo le ha visto durante la mala racha de resultados?

Pues con mucha confianza. Eso es lo que nos transmitía. Mire, cuando acababa un resultado con el marcador adverso, él llegaba al vestuario y lo primero que hacía era animarnos. Nos transmitía que creía en nosotros sin importarle su situación personal. Eso nos ha ayudado mucho. Ha sido muy generoso y es lo que nos está ayudando a seguir adelante.

¿Cree que se le valora lo suficiente?

Hay veces que a Quique no se le valora lo suficiente y ha conseguido que este club volviera a ganar, no uno, sino dos títulos. Algo que hacía demasiado tiempo que no ocurría.

La afición ha demostrado que está con él...

Es que la gente ya ha demostrado más de una vez que siempre está con el equipo. Han dado más de una lección. Ahora lo que tenemos que intentar es darle una gran alegría contra el Sevilla, se lo merecen.

¿Cree, como Cerezo, que todo se truncó con esos dos partidos contra el Aris?

Totalmente. Hemos pagado un peaje enorme por esos dos tropiezos y es lo que nos ha impedido defender el título esta temporada. Contagió a nuestro rendimiento en la Liga. Fue un lástima.

¿De qué se habla ahora en el vestuario: Europa League o Champions?

Se habla de ir ganando puntos. De escalar puestos. Sobre todo, ahora tenemos que estar juntos.