Fútbol | Otros casos
El gran Superdepor se desmembró por falta de financiación
De pelear títulos a malvivir en 1ª
El verano de 1992, mientras Barcelona albergaba los JJ OO, Augusto César Lendoiro convencía en Río de Janiero a Bebeto para fichar por el Deportivo con una mentira piadosa. Mostró a su mujer una foto de Riazor y le dijo: "La llamamos la pequeña Copacabana. ¿Lluvia en Riazor? Nooo". Ella dio el sí y Bebeto fue la primera piedra del Superdepor. Con él llegaron Mauro Silva, Donato... En aquella temporada, 92-93, el Depor de Arsenio Iglesias fue tercero y Bebeto anotó 29 goles. Un año después el Depor rozó su primera Liga y lloró el penalti fatídico de Djukic ante el Valencia. Ya era una alternativa a los grandes, a costa de los milagros financieros de Lendoiro. La 94-95 trajo consigo la Copa y después cayó en el limbo con Toschack, Silva y Corral. Pero llegó Irureta y renació del Superdepor con Djalminha, Makaay, Valerón... La Liga llegó en la 99-00 y le sumaron la Copa del Centenariazo en 2002 y tres Supercopas (1995, 2000 y 2002). En Europa asaltaron estadios como el Olímpico de Múnich, San Siro, Highbury, Delle Alpi, Old Trafford... En la 2003-2004 golea al Milán en Riazor (4-0), pero el Oporto le tumba en semifinales de la Champions. Y desde entonces el Superdepor sobrevive con una economía de guerra.
Otros equipos que pasearon su delicioso juego por el Olimpo del fútbol español son el Tenerife de Valdano y Heynckes en los años 90 o el Villarreal de Riquelme, Forlán y Pellegrini que se quedó a un penalti de la final de Champions en la 2005-06, y que ha sabido refundarse. Equipos que están en la memoria de todos los aficionados.