Jémez: "Me estimula jugar contra los grandes equipos"

No se puede quejar Las Palmas de la falta de oportunidades para redimir sus pecados. Ni este ni ningún equipo de Segunda División, pues si algo tiene la categoría son partidos de sobra, 42 para cada equipo, como para estar continuamente pensado qué has hecho mal. Y tras 11 sin ganar, el grupo de Paco Jémez afronta tres en ocho días, todo condensado en un mismo objetivo: sumar tres puntos en la misma tarde. Pese a la entidad de los rivales (Granada, un Recre venido a menos y el Betis), es optimista. "Jugar contra buenos equipos supone un estímulo", dijo ayer, admitiendo además su beneplácito al calendario que viene: "Estos encuentros marcarán nuestro futuro. Me gustan los rivales porque, si interpretamos bien los encuentros, ganaremos confianza y nos alejaremos del descenso".

Por lo pronto, mañana le espera un Granada al que le sienta demasiado bien jugar a la sombra de la maravillosa Alhambra. Tanto, que Jémez define a la plantilla andaluza como "la mejor de la categoría. Da igual que acabe de ascender: tiene jugadores de gran nivel y es uno de los grandes candidatos para subir". Argumentos, no le faltan: "Cuentan en con la referencia del pichichi, Geijo, un excelente finalizador del juego que pueden generar Benítez, Orellana o Carlos Calvo".

A Las Palmas le espera, además, "un ambiente muy caliente". Ganar será una misión imposible "si no es capaz de igualar el nivel de motivación del Granada". Para el míster amarillo, todo pasa además por "robar rápido el balón cuando no lo tengamos. Tenemos que ser duros, aguerridos y saber que cada acción puede valer el partido". Su única duda podría estar en la defensa. "Llevo planteándome un tiempo que Ruymán juegue de central, algo que hizo el otro día; creo que ahí puede rendir mejor. PIgnol lo hará de lateral izquierdo, por lo que debemos decidir entre Juanpe y Ruymán", apuntaba.

Sergio y Viera. Jémez alabó ayer a Sergio ("Lo tiene todo para ser un gran jugador de Primera División"), Viera ("Compitiendo como el otro día, interpretando bien el partido, es de nuestros futbolistas más importantes") y lo sucedido el sábado ante el Villarreal B: "Los llantos aliviaron la tensión. Se vivieron episodios muy emotivos en el vestuario, y nunca sentí tanto cariño incondicional. Aunque me echasen hubiera sido el hombre más feliz del mundo".